
Tu mano está abierta… El paso es firme.
Ya no hay preguntas… tan solo respuestas
que llenan de brisas las esperanzas.
Porque hoy la tarde es gris, tu cuerpo tiembla.
La lluvia menudea los cristales
en espacios nuevos que no amanecen,
desapacibles, de un aire muy frío.
Los dedos son sabios, tienen cadencias,
tienen los caminos que no entendemos,
que nos superan, y siembran tu cuerpo
de caricias blancas, caricias nuevas.
Buscan suspiros, arpegios de notas,
sonidos quebrados, gargantas secas,
que apagan los nombres...desatendiendo,
…los afectos… perdidos en delirios.
Mujer de fuego, nacida en el agua,
dulce misterio de tu entraña eterna,
perpetuo deambular de lo escondido,
recóndito rincón entre añoranzas,
el fruto de tu vientre… tendrá signo.

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