Caminan despacio. Ella con los brazos cruzados sobre el pecho. Él con las manos agarradas a la espalda. Miran al suelo uno, al frente la otra.
- ¿Me has echado de menos?
- ¿Debo decir la verdad? Ni siquiera sé si quieres saberlo. Además ¿Importa algo lo que ha pasado antes de este instante?, es ahora cuando alza la vista, gira la cabeza y observa el rostro de la mujer.
- Si importa más o menos es irrelevante. Necesito saber.
- Nunca extrañé tanto, nunca estuve tan ausente, dice el hombre mirando, otra vez, al suelo.
- ¿Por qué no llamaste?, le mira apretando los dientes. Se niega la posibilidad de un llanto estúpido.
- Necesitaba saber.
- ¿Qué pasará ahora?, dice aflojando la fuerza de las mandíbulas.
- Ya sabemos. Toca olvidar lo que fuimos, dice mientras se detiene.
- Podríamos perdernos de nuevo, ella continua caminando.
- Eso ya no importa. Conocemos el camino de vuelta. El dolor jamás se olvida, camina nuevamente, un paso por detrás de ella.
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