Si los pensamientos determinan nuestra realidad ¿por qué razón no podemos tener un pensamiento feliz y volar a la Tierra del Nunca Jamás, en el momento que lo deseamos? Porque somos propensos al efecto dominó de los pensamientos negativos: un pensamiento negativo produce muchos más pensamientos negativos.
Sólo necesitamos dudar un poco de nosotros mismos para que empiece la reacción en cadena.
Hoy, juega al detective contigo mismo. Acecha a tus pensamientos negativos y reemplázalos con positivos.
Determina tu realidad.
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