Pocas veces se diagnostica una enfermedad con cuatro siglos y medio de retraso, pues es muy raro que, después de tanto tiempo, haya datos de alguien para poder hacerlo. Pero esto es lo que ha ocurrido con Leonardo Da Vinci y con su famoso Autorretrato, pintado en 1512. Gracias a la precisión del genio renacentista, los doctores australianos Godfrey Gapp y Mary McReddie, de Toowoomba (Queensland), han deducido que Leonardo sufría cáncer de piel, tal vez causado por una excesiva exposición a los rayos solares. Bajo su ojo derecho aparece una especie de pliegue que es una característica que suelen tener los carcinomas. "Por lo que sabemos, este pequeño detalle nunca había sido advertido", han comentado Gapp y McReddie.
Robin Marks, especialista en oncología de la Universidad de Melbourne, ha dicho que, aunque este tipo de afecciones son comunes en personas de edad, él cree que podría tratarse de una queratosis seborreica, un tumor benigno que se desarrolla con cierta frecuencia en la cara y el cuello.