En su corazón, en su alma, los humanos llevan la imagen del ser que buscan, que necesitan amar. Lo imaginan más o menos confusamente, y cuando en el transcurso de su vida conocen a hombres o a mujeres con los que comienzan a relacionarse, inconscientemente los comparan con esta imagen oculta en ellos. Esta imagen ideal que existe en la cabeza de cada hombre y de cada mujer, es la de su alma gemela. Analizaos y comprobaréis que, en todas las circunstancias de la vida, las atracciones y los rechazos que sentís por los seres tienen su origen en el modelo que lleváis en las profundidades de vuestra alma y con el que los comparáis.
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