Solías decir:
Te llevaré al jardín
y verás flores blancas
y jazmines azules
y tintes rojos al atardecer.
Y creció la noche
cuando el sol se escondió.
Y dices hoy:
¿De qué jardín me hablas?
¿Qué flores de color?
¿Qué luces de la tarde?
Y entonces yo:
¡Oh, mi amor!
No culpes a la noche que ocultó el día
sólo fue
que el agua...
no llegó a regar las flores.
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