
Te daré flores bellas y tú, harás un ramillete.
-No tengo lazo para atarlas...
-Te daré un lazo y tú, harás un ramillete.
-Y ¿Qué puedo hacer con el ramillete?
-No debes guardarlo para ti. Huele su perfume, admira su belleza, imprégnate de él, y después lo ofrecerás para que otros experimenten las mismas sensaciones.
No olvides que es bonito compartir lo hermoso. Da todo lo bueno que puedas afrecer y cállate todo aquello que puede dejar herida ajena.
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