La energía sirve de muy poco si no se moviliza.
La luz de la inteligencia no sirve si no ilumina.
El amor no es efectivo si no se expresa y expande en actos positivos.
No hacer algo malo no constituye a alguien en bueno.
Bueno es quien realiza correctamente lo que tiene que hacer.
Nuestro ser, que es energía, inteligencia y amor está pidiendo a gritos manifestarse en lo que es y por lo que es. ¿De qué sirve una lámpara encerrada y cubierta por una campana? ¿De qué sirve un instrumento musical que nunca se toca? ¿Para qué sirve un delicioso pastel, si jamás se come?
Lo que somos ha de ser expresado.