Ayer fuí a un restaurante a celebrar una comida con los amiguetes y noté que el camarero que nos atendió, llevaba una cuchara en el bolsillo de su chaleco.
> Me pareció un poco extraño pero no le dí mayor importancia.
> Sin embargo, cuando el encargado nos trajo la carta, pude notar que él también tenía una cuchara en el bolsillo de su chaqueta, miré entonces alrededor del salón y ví que todos los camareros tenían una cuchara en sus chalecos.
> Cuando el camarero regresó a tomar nota del pedido, le pregunté:
> > - ¿Por qué la cuchara?
> - Bueno -me explicó- los dueños del restaurante contrataron a la consultora Andersen, expertos en eficiencia, con el objeto de revisar todos nuestros procesos.
> Después de semanas de análisis estadísticos, concluyeron que a los clientes se les caía la cuchara un 73 % más frecuentemente que los otros cubiertos. Eso representa una frecuencia de caídas de 3 cucharas por hora y mesa.
> Si nuestro personal se prepara para cubrir esta contingencia, podríamos reducir el numero de viajes a la cocina y ahorrar aproximadamente 0,5 horas-hombre por turno. > > En el momento en que terminamos de hablar, escuché un sonido metálico en la mesa de atrás. Rápidamente, el camarero reemplazó la cuchara caída por la que llevaba en su chaleco, y me dijo:
> - Cogeré otra cuchara cuando vaya a la cocina en lugar de hacer un viaje extra para buscarla ahora.
> > Me quedé impresionado.
> - Gracias. - le dije -, me deja boquiabierto.
> > - No hay problema - contestó, y continuó haciendo su trabajo.
> Mientras todo el mundo hablaba y reía, continué curioseando a mi alrededor, y fué entonces cuando observé un fino hilo colgando de la bragueta de otro camarero.
> Rápidamente, recorrí con la mirada el salón observando, con cierto esfuerzo visual, que todos los camareros llevaban el mismo hilo negro colgando de sus braguetas.
> Mi curiosidad fue mayor entonces, y cuando el camarero se acercó a nuestra mesa le pregunté:
> > - Perdóneme, pero, ¿por qué....eh...o para qué ese hilo?.
> > - ¡Oh sí!, contestó, y comenzó a hablarme en un tono más bajo > - No mucha gente es tan observadora - me dijo, y continuó: > > - La consultora de eficiencia de la que le hablé, encontró que nosotros también podíamos ahorrar tiempo en el baño.
> > - No me diga - respondí.
> > - Vea, - me dijo -, atando este fino hilo a la punta de nuestro, eh......, de uno mismo, podemos sacarla sobre el water sin tocarnos, y de esa forma eliminar la necesidad de lavarnos las manos, acortando el tiempo consumido en el baño en un 93%.
> > - !Que bien! - dije -. Eso tiene sentido.
> Pero luego, pensando en el proceso, volví a preguntarle:
> > - Espere un momento. Si la cuerda le ayuda a sacarla, ¿como la vuelve a guardar sin tocarla?
> > - Bueno, me susurró. Yo no sé como lo harán los otros, pero yo uso la cuchara.
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