La depresión, en la actualidad, es el mal más difundido en el mundo, provoca graves problemas sociales, económicos y de relación, y favorece las adicciones, incrementa el ausentismo laboral y en los casos graves puede llevar al suicidio.

La dificultad para adaptarse a la soledad y para elaborar emocionalmente las pérdidas, puede influir en el estado de ánimo.

Es común que las personas mayores sufran en algún momento de un estado depresivo debido a su condición; aunque también pueden padecer de depresión las personas jóvenes y aún los niños.

Existen distintos grados de depresión en función a la gravedad de los síntomas, los que siempre deben ser evaluados por un médico psiquiatra.

El tratamiento más eficaz para la depresión es el combinado, con el médico psiquiatra y con psicoterapia.

Mientras tanto, algunos tips pueden ayudar a aliviar los síntomas de depresión.

En primer lugar, prestar atención y darle importancia a lo cotidiano es una forma de aprender a conectarse con la realidad de una manera más sana.

Aferrarse a una rutina diaria puede ser la manera de comenzar a salir de un estado depresivo; como por ejemplo, levantarse temprano, realizar una serie breve de ejercicios físicos y de respiración. Hay programas de yoga por televisión que se pueden seguir todos los días por la mañana; aunque cualquier otro tipo de actividad física aportará flexibilidad al cuerpo y mejorará notablemente el estado de ánimo.

El baño diario despierta, anima y estimula el cuerpo y facilita vestirse en lugar de quedarse en piyama hasta el mediodía.

La preparación del desayuno debe ser un ritual. Como si se tratara de agasajar a un invitado especial, poner la mesa con elegancia, usar vajilla atractiva y tener siempre alguna flor fresca para decorar.

El olor a café y pan tostado lo envidian todos los vecinos que se tienen que conformar con morder unas galletitas parados mientras se visten para salir apurados a trabajar.

Salir a hacer las compras y cocinar es saludable y ayuda a cuidar el presupuesto; porque no sólo implica programar la comida del día sino también la oportunidad de visitar un mercado, ver los productos de estación, alternar con otras personas, caminar unas cuadras y disfrutar del aire de la mañana.

El hecho de cocinar conecta a las personas con la vida, proporciona el placer de comer bien, preparar la comida de la manera que más agrada, improvisar recetas y desplegar la creatividad.

Invitar a alguien una vez por semana puede darle a la rutina un atractivo adicional y tener la oportunidad de comunicarse con los demás.

Se puede pasar un día muy agradable en soledad, disfrutando de la propia compañía, viendo un buen programa de televisión, leyendo el diario o un buen libro o realizando alguna tarea manual que agrade. Pero también se puede salir. En una gran ciudad hay miles de opciones al alcance de todos los bolsillos; y para los que tienen inquietudes culturales abundan los espectáculos gratuitos, las bibliotecas, los museos, o los parques públicos para visitar de vez en cuando.

Acostarse siempre a la misma hora, de 23 a 23,30, es un hábito que respeta el ritmo biológico del sueño y que puede eliminar los problemas de insomnio sin necesidad de tener que recurrir a somníferos.

Un sueño reparador contribuye eficazmente a tener un buen despertar, con una mente más despejada y mejor estado de ánimo.

Es recomendable aprender algo nuevo, no importa la edad, lo único que se necesita es el deseo de continuar desarrollándose y creciendo. Los grupos de aprendizaje, dan la oportunidad de socializar y desarrollar otros vínculos, generando la motivación necesaria para construir una vida propia en la que uno finalmente se atreve a ser el principal protagonista.

Para los que aún trabajan y sufren de depresión es importante conectarse con un trabajo en el que puedan desplegar su creatividad y no perpetuarse en un puesto que no le brinde esa oportunidad por miedo a enfrentar el desafío de un cambio.

Y si están solos, estar abierto a una nueva relación, atreverse a ser optimistas y disfrutar de lo que tienen ahora, porque tienen que saber que no se están perdiendo nada.