
Me paro a pensar, ¿puedo estar orgullosa del deber cumplido?, pues no siempre; pero cuando ha sido así me he sentido bien, es una descarga.
Después vienen esos momentos únicos, los que sabes que no se repetirán de igual forma. Gusta recordarlos, pero siento rabia porque se fueron. Fui feliz, es cierto y lo seguiré siendo en otros momentos, pero eran tan bellos que me siento impotente por no haberlos podido guardar en mi mano y abrirlos a cada instante.
Incógnitas hay muchas, siempre me gustó ir tras ellas, y nunca pude resolver todas, pero esa es la sal de la vida. Muchos se preguntan : ¿Ser o no ser? Yo siempre he pensado que soy, nunca me he planteado el no ser. Yo soy.
La vida es una lucha de imágenes y de lo que está mucho más profundo. Una lucha de silencios, de palabras que son agua, armonía, melodía. De palabras que traen malestar, que dañan. Las risas, los llantos y todo eso una pugna dentro de uno mismo.
Y hay un callar sabio y otro cobarde. Hay una siembra y un huracán que arrasa. Quiero volar, lo intento. Mi vuelo es largo, y cuando miro, no he avanzado, estoy donde empecé a volar y no me he alejado de nada.
Una lucha con el tiempo, querer que no pase, y, a veces querer que corra veloz. ¿Es amigo o no? Es el tiempo y me marca.
Todo esto, todas estas luchas, descansos y aventuras, todo...soy yo.

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