En su beso repetido pierde el mar su libertad. Tentación amorosa su playa, a la que no puede dejar de acariciar su piel de fina arena.
Lleva el son del sentimiento constante, que no acaba. Balsa que toma fiereza de pasión con su amada, y con perlas de espuma la adorna el cuello.
Mis pies descalzos, pasean lentos sobre su dermis, intentando descubrir el secreto de su amor.
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