
En húmeda boca revive una espiral de sensaciones , que al corazón trastoca , y que a una soterrada dicha invoca.
Anhelado eclipsar de frío suelo , donde todavía crepitan insepultos desvelos.
Ven , circunda mi rostro , que en gestos , fiel lo mantengo ; y que a todo hueco tacto , protejo y postergo.
Ven , anida , ahueca entre las alas de tu alma el mudo silencio, que me corroe por dentro.
Ven , limpia toda mancha incolora de lamento y arrójalas al golpear del oleaje del más gélido de los vientos.
Ven , échate en esta gran hoja crepuscular , en la que una pléyade de palabras , pronto dejarán de resonar.
Canción para escuchar en un tiempo crepuscular , en el que la imaginación reine ; y la razón derrocada , la observe desedeñada.
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