¿Es posible separarse o divorciarse y luego seguir siendo amigo de la ex pareja? Depende de la capacidad de perdonar y de cuál sea el grado de evolución y autoestima que tenga el que se siente defraudado y abandonado.
Lo que es deseable, principalmente si hay hijos, es que continúe habiendo entre ellos una relación cordial, que no destile rencor ni resentimiento. No hay que olvidarse que una de las estrategias de guerra es establecer alianzas y hacerse amigo de los enemigos.
Para poder ser amigo genuino de un ex, es necesario haber sido capaz de crear un vínculo afectivo más allá de lo que implica una relación de pareja; ver al otro como parte integrante de la familia y considerar sus cualidades para poder continuar tratándose con afecto, sin la carga emocional que produce el orgullo herido.
Una separación después de algunos años de estar juntos es traumática, porque aunque haya sido necesaria porque la vida en común por muchas razones valederas ya era imposible, cuando se pierde un afecto, sólo se puede recordar lo bueno y todo lo que provocó la ruptura parece desaparecer detrás de la nostalgia de las gratas experiencias pasadas.
Querer a alguien significa desear su felicidad y eso significa, aceptar que logre rehacer su vida, que tenga otra pareja e inclusive que construya otra familia; porque el perdón nos libera para poder hacer lo mismo.
Empezar de nuevo otra relación, tal vez más madura, más sólida, basada en el amor, la confianza, la admiración y el mutuo respeto, puede ser una oportunidad que no todos tienen.
Los niños piensan de un modo más simple que los adultos; y si ven que sus padres se tratan bien, ellos también sentirán la sensación de que está todo bien y aún mejor que antes, si lo usual era ser testigos de las peleas.
Es difícil abandonar para siempre el deseo de vengarse del otro cuando las circunstancias de la vida en común crearon situaciones que han hecho perder la autoestima, pero el que se considera víctima también tiene algún grado de responsabilidad en la ruptura y lo sabe, y si es capaz de ser sincero consigo mismo, le será más fácil salir del círculo vicioso que generan las mutuas agresiones que nunca terminan.
Cuando se corta abruptamente una relación y lo que se intenta es borrar al otro del universo familiar, las consecuencias para los hijos suelen ser devastadoras, incluso para el que se considera abandonado y defraudado, porque terminar en malos términos, además de producir mucho dolor, puede interrumpir el flujo de dinero e impedir cualquier negociación que los favorezca.
La venganza tiene muchas formas, no sólo se trata de agredir al otro físicamente sino también mentalmente y moralmente, creándole sentimientos de culpa, obstaculizándole la relación con los hijos, interfiriendo entre ellos y tratando de sacarle lo que no tiene judicialmente.
Algunas mujeres son incapaces de defenderse en la vida cuando se quedan solas, no aceptan haber perdido su fuente de recursos y su estilo de vida y luchan por recobrarlo, sin darse cuenta que esa actitud no hace más que alejarlas cada vez más de su objetivo.
Muchos hombres que han estado casados largo tiempo, de pronto se sienten atraídos por otra mujer, generalmente cuando sienten que comienza a declinar su potencia sexual. Se atreven así a vivir una aventura, abandonan el hogar y corren detrás de alguna joven que puede ser su hija.
En estos casos, empeñarse en detener este proceso no conduce a nada, porque no se puede luchar contra la pasión que puede llegar a sentir un hombre maduro.
Lo mejor es aceptar la situación y mantener la dignidad sin arrastrarse mendigando amor y perdiendo el último vestigio de autoestima, porque nadie puede exigir que lo amen; pero sí puede atreverse a comenzar una nueva vida y tener la oportunidad que necesitaba para mejorar y crecer como persona.
Lo más probable es que de esta forma la pareja vuelva, porque cuando se ha vivido muchos años con alguien se ha creado un fuerte vínculo que no lo puede romper ni siquiera, una mujer más joven.