¿Amas la vida? No desperdicies el tiempo
porque es la sustancia de que está hecha
Benjamin Franklin
Para mi es una dualidad. Por una parte el tiempo hay que vivirlo con toda la intensidad, sin dejar escapar ni un minuto, sin dejar pasar las oportunidades de sacar de él los pocos pero verdaderamente relevantes momentos que valen la pena ser vividos.
Pero por otra, no hay que vivirlo atropelladamente ni dejarse llevar por el ritmo que la moderna sociedad insiste en querernos imponer. Vivir tu tiempo a tope no es cuestión de velocidad, no es cuestión de comprimir muchas acciones en pocos segundos ni de apretar las agendas. Al contrario. Creo (este es un consejo de FC) que consiste en esponjar el calendario lo suficiente para saber dónde queremos llegar, qué queremos hacer para lograrlo y empezar a hacerlo con rumbo y constancia.
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