Que dificil ha de ser tener que tomar partido en desavenencias de otros sin haber sido testigo.
Dictar sentencias a favor de uno u otro lado, solo por lo que te cuentan y como te lo han contado.
Que tortura cada noche para conciliar el sueño, cuando la vida de alguien arruinaste en un momento.
Ha de ser desagradable descubrir que has sentenciado a quien no era culpable y luego se ha demostrado.
Ser el brazo de la ley, jugar a ser Dios, siendo hombre, por muy justo que quieras ser... ¿Quién por tu error responde?
Tener que dictar sentencia, sentir en tu mano sus vidas, quizás a base de verdades, pero quizás, también de mentiras.
Que ingrato tiene que ser saber que en esta partida, ganes o pierdas no importa, pues siempre pierde una ficha.
Que compromiso ser juez y a la vez, que complicado, injusto para uno has de ser, demandante o demandado.
Y decidas lo que decidas, cuando la suerte has echado, te odiará uno para siempre pues no ha de ser de su agrado.
¿Cómo se puede mirar a la cara a un acusado, cuando lo has de sentenciar sin saber si estás errando?
¿Cómo se puede aguantar ese peso como losa, cuando has sentenciado a la vez a sus hijos y a su esposa?
Ser juez, no es tarea fácil, y menos, ser juez cada día, con principios y creencias que a veces la balanza inclinan.
Ser juez y ser justo, y serlo cada jornada, con leyes que otros dictaron en medio de esta charada.
Ser juez, es condenarse al infierno por los hombres, si no has perdonado ¿pretendes que a tí Dios te perdone?
¿Cómo se puede ser juez sin sentir por el hombre desprecio? Aunque el trabajo sucio, cierto es, que alguien tiene que hacerlo...
Que dificil ser juez y en este mundo ejercer, aunque prefiero ser juzgado y poderme defender.
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