Tienes toda la razón, querida Ana.
Quise no ahondar más en su pesar,
pero se ve que metí la pata.
Pido perdón si no acerté.
No fue mi intención no estar oportuna.
Tengo por costumbre intentar cambiar el chip, porque se la fuerza que tiene la palabra y la mente.
Y desde hace mucho tiempo practico la oración de San Francisco de Asis:
Señor haz de mi un instrumento de paz.
Donde haya odio, ponga yo amor,
Donde haya ofensa, ponga perdón.
Donde haya discordia ponga armonía.
Donde hay error, ponga la verdad.
Donde haya desesperación, ponga la esperanza.
Donde haya tinieblas, ponga yo la luz.
Donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Y donde quiera que esté, ponga yo tu PAZ.
Con cariño
Laura