Alimentos para limpiar el hígado
El hígado es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, ya que todo lo que comemos, inhalamos y absorbemos por la piel tiene que pasar por él. Podríamos considerarlo nuestro principal “filtro” natural, el cual tiene múltiples funciones entre las que se destacan una función desintoxicante, el almacenaje de vitaminas y glucógeno, y la secreción de bilis. El hígado también es el responsable de quitar de la sangre las sustancias que pueden resultar nocivas para el organismo, convirtiéndolas en inocuas, un gran ejemplo es el alcohol de las bebidas.
La alimentación es un pilar fundamental en la salud hepática. De lo que comemos dependerá tener un hígado sano o enfermo. Además, en el caso de ya padecer alguna enfermedad hepática, la alimentación podrá ayudar a los procesos de reparación del órgano, o en caso contrario, a empeorarlo. Por eso es tan importante saber que alimentos nos ayudan a mantenerlo sano y fuerte.
A continuación les dejo una lista de los alimentos que debes comer habitualmente para permitir al hígado “limpiarse” y que éste filtro natural funcione de la mejor manera.
Alimentos que limpian el hígado
Frutas frescas: coma frutas frescas en vez de jugos o zumos de frutas envasados. Las frutas frescas contienen azúcares naturales (fructosa), fibras, minerales y vitaminas. Los jugos de frutas envasados contienen solamente los azúcares, desapareciendo las fibras, minerales y vitaminas. El alto contenido de fructosa que contienen estos jugos generan hígado graso o esteatosis.
Verduras: las verduras como la espinaca, el brócoli, el repollo, la rúcula, los espárragos, la col rizada, la remolacha, y la zanahoria, son excelentes para desintoxicar el hígado. Coma una porción de estas verduras por día, y estará ayudando al funcionamiento de su hígado.
Ajo: el ajo posee un aminoácido llamado metionina, que ayuda a que el hígado funcione de manera más eficiente y, además, lo protege de los daños. También contiene glutatione, un potente antioxidante.
Manzana: la manzana posee metionina y un alto contenido de fósforo, fundamentales en el control del colesterol. Es una fruta excelente, ya que es la única que se puede comer con cualquier tipo de alimento y a cualquier hora del día, sin producir incompatibilidades alimentarias.
Diente de león: diurético y depurativo por excelencia, el diente de león está muy indicado en las insuficiencias hepáticas ya que es colerético y colagogo a la vez. Sus hojas tiernas se pueden comer en ensaladas con aceite y limón. También se pueden licuar sus hojas y raíces, y tomar 3 cucharadas de este jugo antes de cada comida.
Cardo mariano: el cardo mariano contiene una sustancia llamada silimarina, que tiene el poder de regenerar las células hepáticas. Aunque lo habitual es tomarlo en infusión, o en comprimidos de extracto seco, las hojas tiernas y sin espinas del cardo mariano se pueden añadir a las ensaladas.
Soja: contiene lecitina, que ayuda al hígado a quemar las grasas y a reducir los niveles de colesterol. La lecitina ayuda, además, a proteger las células del hígado, previniendo la acumulación de grasas en él.
Cúrcuma: una pizca de cúrcuma en sus comidas puede ayudar a curar infecciones de hígado, ya que es una excelente especia antiinflamatoria de larga tradición.
Aronia: el jugo de aronia posee altas cantidades de antioxidantes que ejercen un efecto hepatoprotector, ya que protegen al hígado de la necrosis, disminuyen la acumulación de cadmio en el hígado y repara el daño hepático producido por productos químicos.
Te verde: las catequinas que posee el te verde, limpian y tonifican el hígado. Tome una o dos tazas de te verde todos los días.
Agua caliente con limón: beba por la mañana un vaso de agua caliente con limón, ya que limpia las toxinas del hígado y ayuda a que el sistema digestivo funcione mejor.
Mantener el hígado en forma es esencial para la buena salud. Y, aunque el hígado tenga una capacidad asombrosa de curarse, ¡ayudémoslo a mantenerse sano!
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