¿Estás siempre refunfuñando cuando llega el momento de planchar?, ¿o doblar la ropa?. Una gran cantidad de personas lo hacen. Estas tareas suelen ser aburridas y tediosas, pero hay maneras de superarlas sin siquiera esfuerzo.
Enfócate en la tarea con una actitud brillante y optimista. Esto es crucial y lo cambia todo.
Empezar es clave. Si no estás con ganas de hacer algo, lo más probable es que estés perdiendo tiempo renegando. En su lugar, empieza de una vez.
Agrega música. La música alegre te ayudará a mantener tu nivel de energía. Tu mente tendrá algo en lo que concentrarte, mientras tu manos se centran en tareas repetitivas.
Divide la tarea. Si tienes muchas cosas que hacer, divide el trabajo en piezas más manejables. Otras veces, la promesa de un buen premio o recompensa para el final, hace que la tarea sea más agradable. Averigua lo que funciona para ti.
Que sea un juego.
Encuentra la manera más rápida, y más eficaz para llevar a cabo una tarea. Entonces, asegúrate de que lo haces correctamente. Trabaja rápido, pero no apurado. No hagas más de lo necesario.
Consigue ayuda. Tener alguien que acompañe reducirá tu trabajo. Aunque sea una compañía que no haga nada, puede ayudarte.
Mantiene la recompensa en mente.
Mide tu progreso. ¿Cuánto has hecho?, ¿cuánto queda por hacer?.