Un poco de historia
LOS PUEBLOS, LAS JOYAS DE ESPAÑA
(continuación)
Un campeón de ajedrez (3)
Nos
detendremos en Arcos de la Frontera. En lo alto de un cerro de pared
vertical sobre el río Guadalete se extiende el caserío del pueblo. Desde
el mirador de la Peña se contempla la Cuenca del río, con sus campos de
trigo y sus olivares.
Tiene
dos barrios, el Alto o y el Bajo. El eje del primero es una larga calle
cruzada por callejones tortuosos y que de tarde en tarde se abre en
minúsculas plazas. Este barrio de casas encaladas es puramente árabe y
conserva todo su carácter. En el segundo, a orillas del Guadalete quedan
aún viejos molinos, como el de San Antón, donde la leyenda sitúa la
historia, entre amorosa y cómica, del Corregidor y la Molinera. Según se
cuenta un Corregidora o alcalde de Arcos se enamoró de una molinera y
quiso conquistarla. El molinero se vengó y trató de conquistar a su vez a
la esposa del alcalde, diciendo aquella frase que se hizo famosa:
«¡también la corregidora es guapa!». El novelista Pedro Antonio de
Alarcón popularizó esta leyenda en uno de sus relatos. Y el cuento dio
origen a una de las más famosas partituras del músico Manuel de falla.
La casa del corregidor de Arcos de la Frontera, por cierto es hoy Parador Nacional.
(Continuará)
Santillana del Mar, Cantabria
Un
personaje de Jean Paul Sartre dice que éste es “el pueblo más bonito de
España”. El viajero no lo desmentirá. Prácticamente intacto desde siglo
xvii, es, sin embargo, un pueblo lleno de vida, con todas sus casas
habitadas. Tiene una preciosa colegiata dedicada a Santa Juliana o
Illana. Un gran número de casonas señoriales y un extraordinario
conjunto de construcciones de arquitectura popular. A dos kilómetros de
allí se hallan las cuevas de Altamira.
Al
fondo, fachada principal de la colegiata románica, anteriormente
monasterio, en ellas se conserva la tumba de Santa Juliana. El conjunto
de capiteles de las columnas del claustro, profusamente decorados con
pasajes bíblicos, está considerado como uno de los mejores ejemplos de
la iconografía románica en España.
La
localidad ha sabido conservar, a pesar del paso de los siglos, el aire
místico y solariego que hubo de caracterizarla durante la Edad Media.
También ofrece bellas panorámicas de los alrededores, ya que la
colegiata y el resto de la localidad se levantaron al abrigo de la
colina conocida como El Cincho
|