Encontrar pareja cuando nos hacemos mayores
Hace apenas algunas décadas quien tenía cincuenta años básicamente estaba viviendo la última etapa de su vida. Con los cambios en los niveles de esperanza de vida en todo el mundo, la situación es muy diferente. Por eso se ha popularizado la idea de que “los cincuenta son los nuevos treinta”. Lo que antes era visto como un tiempo de decadencia, hoy se mira como una cumbre de la existencia.
También hoy en día es grande el número de personas que llegan a los cincuenta sin pareja. La alta tasa de divorcios hace que esto sea una realidad cada vez más palpable. De ahí que cada vez es menos raro ver a personas de esa edad buscando una nueva pareja.
¿Es posible enamorarse a esa edad?
Hay quienes piensan que las “mariposas en el estómago” son un asunto solamente de jóvenes. Se equivocan. El amor “no tiene horario, ni fecha en el calendario”, como dice la canción. A cualquier edad de la vida es posible volver a enamorarse. Salvo en condiciones patológicas, las personas nunca renunciamos al afecto, ni a la intimidad con otros.
Claro que un amor a los cincuenta tiene unas características muy diferentes a las de un amor de juventud. La intensidad del afecto ya no se expresa como súbitas alteraciones en el estado de ánimo, ni como un impulso irrefrenable. Se manifiesta más bien a través de una fuerte voluntad de compromiso.
Los tiempos de las relaciones también cambian, así como las modalidades de encuentro y el trámite de las mismas. Una pareja de cincuenta y tantos años no va a conocerse en una disco, ni se va a la cama después de algunas copas en una noche loca. Probablemente, tampoco pasarán por esa etapa de medida y tanteo, para protegerse y para impresionar al otro a la vez.
A los cincuenta, el amor tiene mucho más que ver con la amistad, con la compatibilidad, que con la reafirmación de la identidad o la necesidad de control. A esa edad se valora la compañía por sí misma. El otro deja de ser un medio y se convierte en un fin por sí solo. No en todos los casos, por supuesto, pero sí en los que involucran adultos sanos.
Las sorpresas de enamorarse a los cincuenta
Vivir la experiencia de enamorarse a los cincuenta, o cincuenta y tantos, es también una manera de descubrir otra vez la vida y hacer ajustes. La simulación, tan frecuente en las relaciones entre personas más jóvenes, ya no protagoniza muchos de los episodios de la pareja. Al contrario. Revelarse, mostrarse al otro, se convierte en uno de los grandes intereses en las parejas de esa edad. Estos caminos para la autoafirmación suelen incluir nuevos acuerdos en la forma de relacionarnos con otros y con el mundo.
La sexualidad, por supuesto, también es diferente. Hay menos complejos y mayor posibilidad para conversar del tema cuando sea necesario. También menos acción, pero esto se ve compensado por la calidad de los encuentros. Si la pareja es imaginativa y abierta, una relación a los cincuenta puede ser la puerta de entrada a una sexualidad plena.
A edades relativamente avanzadas es más difícil encontrar la oportunidad para conocer a alguien y entablar una nueva relación. Pero te sorprendería saber que buena parte de estas parejas se conforman entre viejos conocidos, o viejos amores. Adicionalmente, cada vez hay más programas y espacios de encuentro para personas de edad mayor. Así que si estás en esa edad, te sientes solo o sola y no quieres renunciar a una vida plena, es una gran idea abrir tu corazón a la posibilidad de un nuevo amor.
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