Posesión luminosa
Igual que este viento, quiero figura de mi calor ser y, despacio, entrar donde descanse tu cuerpo del verano; irme acercando hasta él sin que me vea; llegar,, como un pulso abierto latiendo en el aire: ser figura del pensamiento mío de ti, en su presencia; abierta carne del viento, estancia de amor en alma.
Tú -blando marfil de sueño, nieve de carne, quietud de palma, luna en silencio-, sentada, dormida en medio de tu cuarto. Y yo ir entrando igual que un agua serena, inundarte todo el cuerpo hasta cubrirte y, entero quedarme ya así por dentro, como el aire en un farol, viéndose temblar, luciendo, brillar en medio de mí, encendiéndose en mi cuerpo, iluminando mi carne toda ya carne de viento.
Emilio Prados (1899-1962)
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