Déjate de arrugas
¡Qué miedo tenemos a hacernos mayores, a sumar años! Como si eso fuera algo negativo. Y es que cumplir años no es necesariamente envejecer. La vida es como te la tomas, y donde unos ven vejez, otros ven belleza.
Escondemos nuestra edad como si fuese un crimen, llegando al colmo de lo absurdo cuando no cumplimos 30, cumplimos “ventitodos”. Como gracia está bien, pero como nos lo creamos en nuestro interior estamos perdidos. Sin darte cuenta, habrás abierto la puerta a cremas anti-aging. Cremas ANTI- edad.
¿En serio? Desarrollarás patrones de conducta realmente ridículos para intentar aparentar menos edad, intentarás ganarle la batalla a una causa perdida, porque hacernos mayores es INEVITABLE, pero ENVEJECER es decisión tuya.
La sociedad nos habla de la “crisis de los 30”, la “crisis de los 40”, y así sucesivamente. Y es que el problema es que ¡hay gente que se lo cree! Me haré ermitaña el día que vea un manual de autoayuda para la “crisis de los 12”, y no me río porque, al paso que vamos, estamos muy cerca de ese día.
Es terrorífico ver a chicas de 18 años con bótox en la cara. Para quitarse… ¿Arrugas? Yo creo que así piensan que sobrellevarán mejor la crisis de los 30. Se ve que la de los 12 les afectó mucho.
Para mí sumar años suma experiencias. Tanto positivas como negativas. Tú hoy, eres producto de años de aprendizaje, equivocaciones, alegrías, decepciones, sorpresas y aceptaciones.
Sumar años es la cosa más bonita del mundo. Sumar un año más te demuestra que haya pasado lo que haya pasado en tu año anterior, aquí sigues. Al pie del cañón. Y a por otros 20 años más.
Déjate de arrugas. Sonríe. Como dice Anna Magnani: “Déjenme todas las arrugas. No me quiten ni una. He tardado toda una vida para procurármelas”.
Se expresivo. Festeja. Ríe.
Haz una reflexión de los años anteriores, de tu evolución. Hay un dicho popular que dice: Cualquier tiempo pasado fue mejor. Yo estoy en contra. No es que fuera mejor, es que sencillamente en el momento no lo valoraste lo suficiente.
Al echar la vista atrás, caemos en un sesgo de la memoria, y es que por nuestra propia salud mental, tendemos a recordar únicamente lo bueno o idealizamos situaciones pasadas, obviando o minimizando lo negativo de ellas. Todo lo contrario sucede por ejemplo en la depresión, cuando la persona se centra únicamente en situaciones o hechos traumáticos del pasado.
El cerebro “aprende” a idealizar lo vivido, produciéndonos nostalgia. Y eso está bien. La nostalgia es bonita. Ese estado de melancolía te retrotrae a momentos pasados preciosos, pero ya está. Recuérdalos con cariño, y estáte agradecido de haberlos tenido, porque te hacen ser quien eres hoy.
Si te paras a pensarlo, es muy probable que cuando tengas quince años más, recuerdes con mucha nostalgia tu edad actual. Y así somos los seres humanos. Deseamos lo pasado, sin darnos cuenta de que nuestro HOY es nuestro pasado de MAÑANA.
Cumple años y festéjalo por todo lo alto
Que un año más es un año más. Celébralo con esas personas que están contigo día tras día, sin dudar, trastabillear o alejarse. Hazles partícipes de que si tienes un año más, ellos han contribuido a que lo cumplas así de bien.
Y lo divertido que es celebrarlo con la gente de siempre, viéndoles cómo han cambiado o recordando anécdotas pasadas. Riendo y disfrutando. ¿De verdad cambiarías estos momentos por anteriores?
Tómate cada año como una medalla de guerra. Como una condecoración. Cada año tuyo es una victoria. Celebra cada lucha y batalla contra tus miedos e inseguridades.
No quites velas de la tarta. Coge mucho aire y sóplalas todas. Con orgullo. Con la cabeza bien alta. Al cumplir años aprendes que el mejor regalo es el que no se compra. Que las mejores personas son lo que son por su experiencia vital.
Atesora recuerdos, no vivas en ellos.
Déjate de arrugas.Vive, cumple, celebra y no te amargues.
Al fin y al cabo, tu cumpleaños es sólo una vez al año.
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