Es más habitual de lo que parece. Muchas personas han tenido alguna vez pensamientos suicidas. Esto no es ningún defecto del carácter, ni implica necesariamente que ser débil o tener un trastorno mental grave.
Simplemente, a veces las personas sienten más dolor del que son capaces de enfrentar, un dolor abrumador y que parece que no se va ir nunca. Pero con tiempo y apoyo todo dolor se supera, al igual que los pensamientos suicidas.
El porqué de los pensamientos suicidas
Hay muchos tipos de dolor emocional que pueden provocar pensamientos de suicidio. Las razones de este dolor son únicas para cada uno. Al fin y al cabo, la capacidad para hacer frente al dolor difiere de persona a persona. Todos somos diferentes. Lo para algunos es una carga ligera para otros es un peso insoportable.
Sin embargo, hay algunos factores comunes que pueden llevar a experimentar pensamientos suicidas. A menudos, estos pensamientos asocian a problemas que se pueden tratar, como la depresión, la ansiedad, trastornos médicos, drogodependencia o alcoholismo.
También pueden deberse a problemas laborales o escolares, dificultades financieras, problemas legales y otras dificultades de la vida que pueden crear una profunda angustia emocional.
Estas situaciones también interfieren con la capacidad para resolver problemas, e impiden ver que casi siempre otras soluciones para las dificultades.
5 pasos para hacer frente a los pensamientos suicidas
Para hacer frente a los pensamientos suicidas, los siguientes pasos son muy útiles
1 – No hacer nada en el primer momento
A pesar del dolor del momento, tienes que darte a ti mismo darte un tiempo, dejar una distancia entre el pensamiento y la acción.
2 – Evita las drogas y el alcohol
Los pensamientos suicidas pueden llegar a ser aún más fuertes si bajo los efectos del alcohol o las drogas. Por lo tanto, si estos pensamientos te invaden, busca otra manera de ahogar tus penas o de olvidar. Recuerda, te has prometido esperar.
3 – Convierte tu casa en un hogar seguro
Quitas las cosas que puedas utilizar para hacerte daño, como medicamentos, cuchillos, navajas o armas. Si no puedes hacerlo, vete a un lugar donde estés seguro.
4 – Piensa que otros como tú pasaron por lo mismo y lo superaron
Piensa en que no eres la única persona en el mundo que ha pasado o está pasando por algo igual. Toma fuerza del ejemplo de otros. Si otros lo hicieron, también hay esperanza para ti.
5 – Habla con alguien
Compartir con alguien tus pensamientos te ayudará a liberarlos para que dejen de oprimirte. Ya sea un amigo, tu médico o un terapeuta, es necesario que hables con alguien. No dejes que el miedo o la vergüenza te impidan sacar eso que llevas dentro y que es como una bomba a punto de estallar.
¿Por qué el suicidio puede parecer la única opción?
Si no puedes pensar en otras soluciones distintas al suicidio, no es porque no existan otras soluciones, sino más bien que en ese momento no eres capaz de verlas. Ese intenso dolor emocional que estás experimentando en ese momento puede distorsionar tu pensamiento, por lo que se hace más difícil ver las posibles soluciones a los problemas, o a conectar con aquellos que pueden ofrecer apoyo.
Por eso es tan importante dar los pasos anteriores, empezando por el primero: tómate tiempo y no empeores la situación. Poco a poco se irá despejando el camino.
Una crisis suicida casi siempre es temporal
Aunque podría parecer que el dolor y la infelicidad nunca terminarán nunca, es importante darse cuenta de que estas crisis suelen ser temporales. Las soluciones a menudo se encuentran a menudo, los sentimientos cambian. ¿Por qué darle una solución permanente, como es la muerte, a unos sentimientos temporales?
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