Una de las recomendaciones que se le hacen a las personas que están deprimidas es que pasen tiempo en ambientes donde reina la felicidad. Pero, ¿pueden las personas deprimidas contagiar su tristeza a las personas que están alegres y son felices?
Lo cierto es que no hay nada que temer. Tener amigos que sufren depresión no afecta la salud mental de los demás, según una investigación realizada en la Universidad de Warwick (Inglaterra).
De hecho, este estudio afirma que tener amigos puede ayudar a los adolescentes a recuperarse de la depresión o incluso a evitar deprimirse en primera instancia.
El efecto de la depresión sobre los demás
Los hallazgos son el resultado de un estudio realizado con adolescentes en un grupo de escuelas secundarias y sobre cómo influye el estado de ánimo de los demás. Los investigadores utilizaron un modelo matemático para establecer si la depresión se extiende de amigo a amigo.
El profesor Frances Griffiths, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Warwick comentó que “la depresión es un importante problema de salud pública en todo el mundo”.
Sin embargo, aclaró que su investigación había encontrado que “un estado de ánimo saludable entre amigos se vincula”, y que existe una mayor probabilidad de recuperarse de la depresión, mientras que el riesgo de extensión de la tristeza a los demás es mínimo.
Griffiths dijo que los resultados de su estudio “ofrecen implicaciones para mejorar el estado de ánimo de los adolescentes”.
El fomento de las redes de amistad entre los adolescentes podría reducir la incidencia y prevalencia de la depresión entre ellos
Análisis de la depresión como si fuera una enfermedad infecciosa
Utilizando los datos del Estudio Nacional Longitudinal de Salud Adolescente, los investigadores analizaron a más de 2.000 adolescentes en una red de estudiantes estadounidenses de secundaria.
Examinaron la influencia de su estado de ánimo entre sí, mediante el modelado de la propagación de los estados de ánimo utilizando métodos similares a los utilizados para rastrear la propagación de enfermedades infecciosas.
Los individuos fueron clasificados según sus síntomas depresivos (bajo estado de ánimo) o no estar deprimido (estado de ánimo saludable), de acuerdo con la puntuación de corte asociada con un diagnóstico clínico de depresión.
El equipo encontró que mientras que la depresión no se “extiende”, los adolescentes que tienen bastantes amigos con un estado de ánimo saludable pueden reducir a la mitad, la probabilidad de desarrollar la depresión o el doble de la probabilidad de recuperarse de la depresión en un período de 6 a 12 meses.
También observaron que los adolescentes que tienen diez amigos sanos tienen el doble de probabilidades de recuperarse de los síntomas depresivos en comparación con los adolescentes con sólo tienen tres amigos sanos.
Edward Hill, el autor principal del trabajo de investigación, dijo que sus resultados sugieren que la promoción de cualquier amistad entre adolescentes puede reducir la depresión.
También comentó que, aunque tener amigos deprimidos no pone en riesgo la salud mental, tener amigos sanos es una circunstancia tanto protectora como curativa.
La amistad como factor de positivo para superar la depresión
Los factores sociales tales como vivir solo o haber experimentado abusos en la infancia, ya están vinculados a la depresión; igual que el apoyo social y tener alguien con quien hablar ha sido citado como importante para la recuperación de la depresión.
Sin embargo, este estudio analiza el efecto que tiene la amistad y la probabilidad de desarrollar depresión o recuperarse de la misma.
Otro de los autores del artículo, Thomas House, de la Universidad de Manchester, comentó que lo que puede ocurrir es que tener una red social fuerte es una manera efectiva para tratar la depresión y que se podría reducir significativamente la carga de la depresión a través de intervenciones sociales de bajo riesgo (y bajo coste).
Según House, si como sociedad pudiéramos promocionar amistades entre los adolescentes, cada joven tendría más probabilidades de tener bastantes amigos con un estado de ánimo saludable y obtener así su efecto protector. Esto reduciría la prevalencia de la depresión.
El estudio, titulado “Difusión de estado de ánimo saludable en las redes sociales de los adolescentes” ha sido publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.
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