Las personas necesitamos dos dimensiones básicas para ser felices: confianza y seguridad. Ninguna de ellas podrá alcanzarse nunca si a su vez, nuestras relaciones más significativas nos ofrecieran reconocimiento y sinceridad.
No obstante, algunos expertos en relaciones de pareja como Marianne Dainton de la Universidad La Salle de Filadelfia nos indican que en ocasiones, las mentiras y las omisiones son necesarias para mantener el equilibrio en la propia relación, y así, proteger al ser amado. Algo que si bien es cierto, no todo el mundo apoya.
Te pido sinceridad en el día a día, porque la sinceridad requiere valor y quiero que nuestra relación sea de valientes. Te pido que siempre me digas la verdad y que cumplas con las palabras dichas, a cambio, te ofrezco un corazón igual de sincero, igual de íntegro.Compartir
Queda claro que a nadie le gusta que le mientan, y que las medias verdades aunque sean piadosas siguen siendo medias mentiras, con lo cual, sigue siendo un agravio a la propia confianza construida por la pareja. Ahora bien, no es obligatorio decir a nuestra pareja cada pensamiento que tengamos en mente, cada opinión personal, o cada reflexión propia. Es necesario disponer de un espacio personal e intransferible.
La clave está en no ocultar y en utilizar la sinceridad no como arma arrojadiza, sino como estrategia para construir, para unir y crear vínculo, para crear un proyecto y dar fuerza a la propia relación. Te invitamos a reflexionar sobre ello con nosotros.
La sinceridad es la llave de la felicidad
A la hora de definir las claves del éxito en una pareja es habitual que hablemos del respeto, de la comunicación, de la empatía, de la complicidad... Ahora bien, lo curioso es que es frecuente que muchas relaciones lleguen a romperse no por una falta de amor, sino por una falta de sinceridad.
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Tu pareja está a día de hoy contigo porque te ama, porque su mundo encuentra sentido con tu compañía y porque no duda en hacer por ti todo lo que le sea posible para que seas feliz. Vale la pena entonces que cumplas con lo mismo y que ante todo le ofrezcas sinceridad.
La sinceridad hace no solo que la otra persona se sienta bien, sino que nosotros mismos encontremos una adecuada tranquilidad interna, y la sensación de corresponder con un auténtico compromiso vital. Es el equilibrio, es una forma esencial de reciprocidad. Ahora bien,¿qué suele ocasionar siempre la falta de sinceridad en una relación de pareja?
- Crea distancia. La falta de sinceridad siempre se intuye tarde o temprano, y de no afrontarse genera un gran sufrimiento.
- En ocasiones, no hace falta mentir a nuestra pareja. La mayoría de las veces estamos ante una clara ineficacia a la hora de comunicar. El no saber expresar necesidades, el no atreverse, o el no encontrar la forma también genera distancias, reproches e incluso muchas rupturas.
- Los pensamientos que se ocultan, las verdades que no se dicen, las opiniones que se guardan y las sensaciones que se ocultan, son a largo plazo emociones negativas que se traducen en insatisfacción y frustración. Es un peligro.
Lo que deja huella no es lo que prometes sino lo que cumples
¿Y tú, eres de los que cumples tus palabras? Recuerda que de no hacerlo estarás dejando cicatrices en los demás, no huellas que puedan recordar con integridad y felicidad el día de mañana.
En esta vida son pocas las personas que se cansan de amar, pero si hay algo de lo que acabamos agotados es de esperar, de tener que escuchar promesas y falsas esperanzas, de suponer y oír disculpas…Compartir
Cuando rompemos una relación con alguien siempre nos suele quedar la misma sensación: el vacío de que todo lo que soñamos en un principio no se ha cumplido. Son esperanzas rotas y heridas internas que hemos de reparar poco a poco, porque no hay cosa que duela más que el vivir durante un tiempo determinado en un sueño falso.
- Nadie vive de bonitas palabras y de frases floridas que orlan sueños maravillosos. La espera que no encuentra resultados se convierte en decepción y la decepción a su vez, en indefensión.
- Hay una frase muy conocida que dice “lo que prometas bajo la luna cúmplelo al salir el sol”. En ocasiones, las grandes promesas se hacen en instantes de intimidad, pero es en el día a día y en los pequeños detalles donde se debe cumplir todo lo dicho, todo lo prometido.
- Las palabras son solo palabras, y las promesas más palabras construidas de forma hermosa. Pero solo los hechos son la realidad de todo lo que prometes, y lo que cumplas.
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