“Y todo empezó con un fuerte dolor de cabeza“… La mayoría de pacientes que han sobrevivido a un ictus describen esta sensación previa antes de que el resto de síntomas, ejecuten, como una orquesta en su último y atronador compás, ese accidente cerebrovascular que supone ya la segunda causa de incapacidad en todo el mundo.
Se puede sobrevivir a un ictus, desde luego, pero la calidad de vida tras ese “antes y después” no siempre es la mejor. Quedan secuelas. y muchas funciones básicas como el habla o la movilidad, pueden verse reducidas.
La vida no siempre es justa ni nos trae lo que merecemos, pero en nuestro afán por mantenerla y apurarla, deberíamos tener en cuenta muchos de esos factores que nos pueden ayudar a prevenir un ictus. Si hay un porcentaje de posibilidades de evitarlo, vale la pena intentarlo.Compartir
Cada 29 de octubre se celebra el día mundial del ictus. Obviamente más que conmemorar, su finalidad es la de hacer visible una dolencia que se lleva cada año la vida de miles de personas. Son familias rotas, son seres queridos que se van de nuestro lado, y este, es el mejor homenaje que podemos darles.
Recordarles y a su vez, hacer presente que este trastorno brusco de circulación sanguínea en el cerebro puede evitarse. Podemos luchar contra él dentro de un porcentaje aceptable. Tenemos claro que nada es evitable al 100%, y que son muchas las personas jóvenes que se nos han ido por un ictus. No obstante, haremos todo lo posible por evitarlo. Y para ello, nada mejor que la concienciación. Que la información.
¿Qué es un ictus?
El ictus puede afectar a gente joven, pero es más común que se presente en edades más avanzadas. De las personas afectadas el índice de mortalidad está en un 30%, y en los últimos años aparece en mayor número en las mujeres.Compartir
Existen además dos tipos de ictus, el isquémicos y el hemorrágico, siendo más común el primero, y el segundo más peligroso y en consecuencia, mortal. Estamos seguros también de que en tu entorno más cercano conocerás a alguien que o bien lo ha sufrido, o en su caso, ha perdido la vida.
Son vacíos dolorosos, y a su vez, y en caso de supervivencia, supone tener que “reajustar” la vida tanto de la familia como del propio paciente que ha logrado sobrevivir a ese fallo, a ese pequeño intervalo de tiempo en que su cerebro, simplemente… se alteró. Como un súbita sobrecarga, como un chispazo de consecuencias trágicas.
Factores de riesgo y dimensiones a tener en cuenta para prevenir un ictus
Sabemos que hoy en día vivimos una “saturación” en cuanto a información recibida. Cada día nos llegan a nuestras redes sociales y a las portadas de revistas y programas de televisión, múltiples estudios, datos recomendaciones y consejos acerca de nuestra salud.
Es necesario empezar a priorizarnos un poco más cada día. No importa lo rápido que vaya el mundo, nuestras obligaciones, las prisas, las preocupaciones… Párate unos segundos y escucha tu cuerpo, tu mente, tu cerebro. Te demanda que te cuides un poco más.Compartir
En realidad no cuesta nada. Solo cuesta tiempo. El detenernos y simplemente respirar para tomar conciencia de nosotros mismos, es ya un gran paso. Eres importante para ti y para los tuyos, y ello tiene un precio: que atiendas tu salud.
Y por ello, para dar sentido a este día dedicado a la prevención del ictus, merece la pena que te dediques unos minutos de tu tiempo para tener en cuenta estos factores que pueden permitirte el poder evitar esta dolencia, en un porcentaje muy elevado.
Podemos luchar contra ese destino, al menos en unas posibilidades muy altas. De ti depende.
- ¿Fumas? Entonces, debes saber que existen unas probabilidades muy elevadas de que sufras un ictus a lo largo de tu vida. Plantéate dejar hoy mismo este hábito.
- En los últimos años la incidencia en cuanto al género está cambiando. En España, por ejemplo, los ictus están afectando más a las mujeres. En especial si son fumadoras, padecen hipertensión y han tomado anticonceptivos orales.
- Si tenemos antecedentes familiares de ictus, deberíamos someternos a revisiones periódicas con nuestros médicos.
- Cuidado con la hipertensión, el colesterol y la diabetes. Son factores de riesgo.
- Una vida sedentaria, así como la obesidad, son dos realidades peligrosas que merece la pena controlar de cara a este y otro tipo de enfermedades.
¿Cómo saber si estoy sufriendo un ictus?
Al inicio te hablábamos de ese “fuerte dolor de cabeza”. Es común que los pacientes que sufren un ictus tengan un historial médico donde siempre han existido migrañas. Sin embargo, suele describirse ese dolor previo al accidente cerebrovascular como un dolor diferente. Más intenso, profundo.
Ten pues muy en cuenta estos signos de alarma:
- Parálisis de una parte del cuerpo: brazo y pierna de un mismo lado.
- Problemas para articular las palabras, e incluso para comprender.
- Mareos, desequilibrios y descoordinación.
- Y dolor de cabeza, el peor de nuestra vida…
Toma nota de estas sencillas indicaciones y recuerda priorízate un poco más, por ti. Por las personas que te quieren. Cuídate, tu eres lo más importante para ti mismo, y así cuidarás tu salud.
lamenteesmaravillosa.com