Cumplir 40 años nos hace replantearnos muchas cosas y hacernos muchas preguntas: ¿tengo la vida que quiero?, ¿soy feliz?, ¿he hecho realidad mis sueños? Y es quizá la respuesta a esas preguntas, lo que nos puede llevar a pensar en la crisis de los 40. Pero en realidad, se trata de una edad para reflexionar, para cambiar si es necesario, para averiguar quién somos y quién queremos ser.
La crisis de los 40, no es realmente una crisis, es una etapa para aprender a ser sabios, para disfrutar de cada segundo de la vida y exprimirla, para saber que cada segundo es un tesoro irrepetible y que no podemos perder de vista que sólo vamos a vivir una vez. Llegar a los 40 supone afrontar muchos cambios y cuando alcanzamos esa edad suceden cosas extraordinarias como estas:
Aumenta tu autoestima
Al cumplir 40 ya conoces tus defectos y tus virtudes, ya te has aceptado y has aprendido a valorarte. Has aprendido a quererte, cuando te equivocas y cuando aciertas, cuando lloras y cuando ríes. Tienes seguridad en ti mismo/a y sabes que esa seguridad se transmite a los demás y te hace sentir en armonía con el mundo.
“La vida se contrae y expande, en proporción directa a nuestro coraje”.
-Anaïs Nin-
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Te alejas de las personas tóxicas
Ya sabes detectar a quien te hace daño, a esas personas que te absorben la energía, con las que no te sientes bien. No te empeñas en cambiar a otras personas, las aceptas y mantienes a tu lado a las que te aportan cosas positivas.
Aceptas tu cuerpo
Eres bello/a, tu cuerpo es bonito, tus defectos son atractivos, tus complejos han desaparecido con los años, porque todos tenemos defectos y son parte de nosotros. Quien te quiera y te aprecie, te querrá como eres, no tratará de cambiarte, ya lo sabes y vives en paz con tu cuerpo y con tu alma.
Te replanteas si tu vida es la que quieres
Llegar a los 40 supone reflexionar sobre si tienes la vida que siempre has deseado, y ser consciente de que si no es así, ha llegado el momento de realizar todos los cambios necesarios para cumplir tus sueños, porque ahora sabes que es posible cambiar y que es posible luchar por lo que quieres.
Lo que dicen o piensan los demás, ya no te afecta, porque has aprendido a valorarte y a valorar tus opiniones y el criterio de los demás no es lo que va a guiar tu vida, sino tus valores y tu forma de entender las cosas.
Aprendes a dejar ir a quien no te quiere
Has aprendido a saber quién no te quiere. En este momento, ya eres consciente de que quién no te busca no te quiere, quien no te extraña no te quiere, quien no te apoya cuando más lo necesitas no te quiere. Ahora ya sabes, que una persona que no te quiere, no la deseas en tu vida y la dejas ir.
“Con el tiempo aprendes la sutil diferencia que hay entre tomar la mano de alguien y encadenar un alma”.Compartir
Descubres quienes son tus verdaderos amigos
Has tenido amigos de muchos tipos durante estos 40 años, algunos han desaparecido, otros siguen ahí, algunos son recientes, a otros hace años que los conoces. Y desde luego, ahora ya sabes quién es realmente tu amigo, quien te ha demostrado que te aprecia en cualquier circunstancia, ya sea buena o mala, estando a tu lado y siendo tu apoyo incondicional.
Ya casi nada te da vergüenza
A los 40 las situaciones en las que haces el ridículo te provocan un gran ataque de risa, porque has perdido la vergüenza, al qué pensarán, qué dirán o qué harán. Si tienes que decir algo irreverente lo dices, si tienes que reírte de ti misma te ríes.
Te propones hacer realidad tus sueños
Ahora ya sabes cuáles son los sueños que te quedan por cumplir y sabes que es sólo cuestión de voluntad lograr alcanzarlos y vivirlos. Entonces, cuando llegas a los 40 simplemente te propones hacer realidad esos sueños, planificas tus acciones, las realizas, y poco a poco ves cómo se materializan tus sueños.
Dices lo que piensas
Has aprendido a decir lo que piensas, a no callarte, porque sabes que si te calles, te vas a sentir mal. Pero también has aprendido a decir lo que piensas con educación, con respeto y con firmeza. Tu opinión es importante, y los demás la deben conocer.
Cada momento, lo que sucede a cada instante, lo ves, lo hueles, lo sientes en las yemas de tus dedos, te emociona esa sonrisa de tu hijo, esa confidencia de una amiga, ese abrazo de tu pareja. Atesoras cada momento, porque ahora sabes que es el aquí y el ahora lo que importa.
“Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como una ventana llena de sol”.
-Federico García Lorca-
Sabes que casi todos los problemas tienen solución
Si un problema tiene solución, la buscas y la pones en marcha, y si no la tiene, no te preocupas más porque ya sabes que no hay solución. La palabra “imposible” tiene un significado diferente para ti, porque la vida te ha enseñado que hay muy pocas cosas imposibles, se trata de ser creativo ante los problemas.
Te ríes de ti misma
Te ríes de lo que dices, de lo que piensas, de las tonterías que haces a veces, de tus manías, de tu forma de ver las cosas. Una sonrisa es tu mejor vestido, tu vestido más elegante. Una sonrisa, es la mejor forma de aceptarte y disfrutar de quién eres.
Disfrutas del sexo
Los prejuicios que tenías hace años respecto a la sexualidad, han desaparecido y has aprendido a disfrutar de tu sexualidad, porque ahora sabes que es algo mucho más amplio que una cama, que es una mirada, un beso, un mensaje, un instante que se convierte en eterno. Algo de lo que disfrutas plenamente, en cada uno de sus matices.
Eres consciente de que estás en la mejor etapa de tu vida
Los 40 te demuestran que te sientes genial, que te quieres, que te ríes de tus defectos, que tus sueños son reales o pueden serlo, que el sexo es maravilloso, que elijes estar junto a quien te quiere, y que, en definitiva, estás en la mejor etapa de tu vida.
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