Estos contenedores tienen varias ventajas: comprimen los residuos y avisan directamente al departamento de limpieza encargado cuando están llenos. Además, estas pequeñas joyas tecnológicas son autónomas gracias a un panel fotovoltaico que alimenta a una batería que, a su vez, acciona un compresor de residuos y un sistema informático de geolocalización para transmitir los datos de llenado del contenedor. Gracias a la compresión, estos cubos de basura de alta tecnología pueden pasar de una capacidad de 125 litros a una capacidad de 600 litros.
Otro aspecto a resaltar es que el sistema informático permite la transmisión de datos para alertar inmediatamente al departamento de limpieza cuando el depósito está lleno. Por otra parte, los contenedores recogerán datos útiles con los que podrán producir estadísticas para informar de posibles problemas técnicos.
En mayo, la ciudad tiene previsto instalar también estos nuevos contenedores del futuro en el barrio europeo y la rotonda Schuman. El uso de estos contenedores también ahorrará trabajo a los empleados de limpieza de la ciudad sobre todo cuando se celebren cumbres europeas, ya que hasta ahora todos los contenedores se sellaban uno a uno manualmente, pero con el nuevo sistema podrá hacerse a distancia un tiempo mínimo.
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