Definición de gastroenteritis
La gastroenteritis es una inflamación de la pared del estómago o del intestino que se suele acompañar de diarrea. Por lo general es aguda, con una duración no superior a 7 días y se resuelve por si sola, lo cual no exime de cuidados a fin de minimizar los posibles efectos adversos.
Síntomas
La sintomatología es diversa, dependiendo de si afecta a adultos o niños, aunque son comunes:
- Dolor abdominal.
- Aumento del volumen de las heces y de los movimientos intestinales.
- Diarrea.
Puede acompañarse de
- Fiebre.
- Nausea o vómito.
Otros síntomas de gastroenteritis pueden ser
- Sequedad de mucosas
- Escalofríos.
- Piel fría y húmeda.
- Sudoración.
- Incontinencia.
- Hipotensión.
- Diarrea con sangre.
Causas de la gastroenteritis
Las causas de la gastroenteritis pueden ser varias aunque las más comunes son la infección por virus, bacterias o parásitos. La enfermedad sobreviene después del contacto con un agente diarreico que altera la absorción-secreción en estómago e intestino.
Esto tiene como resultado el aumento de agua en el tracto digestivo y la imposibilidad de absorberlo, por lo cual es desalojada en forma de vómito o diarrea.
La consiguiente deshidratación es la característica general de las gastroenteritis y el signo que refleja la gravedad. Por lo general, es mayor a mayor frecuencia en las deposiciones y los vómitos.
Su tratamiento
No suele ser necesaria ninguna intervención farmacológica ya que la gastroenteritis acostumbra a solucionarse por si sola. Aunque sí hay tratamiento para minimizar los posibles efectos adversos, lo más importante es evitar la deshidratación. Los pasos a seguir serían los siguientes:
- Reposo en cama.
- Evitar comer.
- Rehidratarse. Para ello está indicado el suero de rehidratación oral, disponible en farmacias. Ha demostrado mayor efectividad el suero con osmolaridad reducida o baja. Se ha de agitar previamente, tomar a sorbos pequeños cada 10 minutos y en caso de ser un bebe, la misma frecuencia pero con una cuchara.
Dieta para la gastroenteritis
Por regla general, en cuanto retorne el apetito, habiendo desaparecido nauseas y vómitos podemos empezar a comer, progresivamente, de todo. Si bien, hay que comedirse en cantidades y controlar qué es lo que se come.
Son bien tolerados caldos vegetales, infusiones, zumo de manzana. Los cereales y patatas también aunque mejor en forma de puré o crema, así ayudarán a espesar las heces. Hay que evitar alimentos excesivamente grasos, alimentos azucarados y cereales ricos en fibra. Los lácteos tampoco son recomendables, pues contienen lactosa y grasas saturadas difíciles de digerir en estas circunstancias.
Contrariamente a lo que se creía, está demostrado que ni el ayuno ni las dietas astringentes (plátano, pan tostado, arroz y manzana) son más eficaces para acortar la duración de la diarrea de la gastroenteritis.
El retorno a la alimentación equilibrada a de ser paulatino y progresivo.
Cuando hayan desaparecido los síntomas de la gastroenteritis se puede hacer una cura con manzana rallada. Consiste en comer 3 veces al día, fuera de las comidas, 1 manzana rallada la cual se deja reposar hasta que se oscurezca y después se consume.
Gracias a su cobre actuará como desinfectante y antiinflamatorio, además su fibra ayudará a desalojar los restos de los gérmenes que pudiera haber.
Grupos de riesgo
Hay grupos de personas a las que una deshidratación podría resultarles más crítica. Estas son: bebes y niños, mujeres embarazadas, ancianos, inmunodeprimidos. Se debe tener en cuenta a estos grupos y prestar una especial atención ante una gastroenteritis.
¿Se puede prevenir?
La mayoría de agentes infecciosos se trasmiten por falta de aseo en las manos. También hay que cuidar la elaboración y almacenaje de alimentos, siguiendo las pautas generales de higiene.
¿Cuándo hemos de acudir al médico?
Ante cualquier duda consulte con su médico o profesional capacitado. También ha de consultar con su médico siempre que:
- No pueda comer ni beber.
- Tenga fiebre muy elevada.
- Tenga diarrea por más de 2 días.
- Tenga diarrea sangrienta.
- Si es un niño menor de 2 años.
- Si tiene sed acompañada de vértigo y mareo.
No olvidemos rehidratarnos
Sólo en casos leves en adultos se pueden usar soluciones orales caseras. Su composición es:
- 1 litro de agua hervida o mineral.
- ¾ cucharada de postre de sal común.
- ½ cucharada de bicarbonato sódico.
- 4 cucharadas soperas de azúcar.
- Zumo de 2 naranja ó 2 limones.