Cuando vayas a Granada
No te olvides de pasar
Por el Suspiro del Moro.
Que allí lloró Boabdil
Cuando perdió su tesoro.
"¡¡Ay de mi, que te he perdido!!"
Llorando a lágrimas vivas.
"Madre, tenias razón, fuí cobarde,
y no supe defenderla,
Ni soy hombre ni soy nadie.
Sólo un triste desgraciado
Que le dió miedo la sangre
Y la entregó al enemigo.
¡Ay, que pena, que pena tengo.!
Porque he perdido mi Alhambra.
Y mi Torre de la Vela,
Mi Vega, el Genaralife
Y este suspiro te dejo.
Para que la Historia sepa
Que Boabdil te quiso mucho,
Que este Moro no te olvida
Que este Moro está contigo.
A. Medina García
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