Un hombre mayor lee un diario a una mujer anciana, que habla sobre el amor de una pareja que se conoció en los años cuarenta: Allie y Noah. Se enamoraron, pero los padres de ella están en contra de que ella se relacione con un chico que no cuenta con demasiados recursos económicos.
La vida les separa, pero nunca se olvidan el uno del otro hasta que se vuelven a reencontrar. Esos jóvenes ahora son estos dos ancianos y el hombre lee la historia a la mujer que ha perdido la memoria, cada día, para recordar un amor que nunca olvidarán.
Esta es la historia que cuenta la película “El diario de Noah”, una de las películas más románticas y conmovedoras de los últimos años. Ver algo así nos hace pensar si podemos lograr tener una relación tan intensa, sincera y duradera, en un mundo donde muchas relaciones comienzan de forma muy rápida y desaparecen en pocos días o meses.
Parece que todo es demasiado superficial, nos deja vacíos, ¿dónde queda el tiempo que requiere conocer de verdad a una persona? ¿por qué nos da tanto miedo desnudar nuestra alma? Las relaciones pueden ser eternas o no, pero ni siquiera nos damos el tiempo o tenemos el valor de descubrirlo.
“Pero si no volvemos a vernos y ésta es una verdadera despedida, sé que nos reencontraremos en otra vida. Volveremos a encontraros y aunque las estrellas hayan cambiado no nos amaremos sólo una vez, sino todas las veces anteriores…”Compartir
Estudios sobre el amor eterno
La Universidad de Harvard publicó un estudio que concluye lo que algunas parejas pueden decir: el amor eterno existe y solo tiene un secreto: sentir verdadera empatía por el otro. Según la terapeuta Charlotte Pasquier: “Para que una pareja vaya bien se necesitan dos personas que caminen en la misma dirección, pero no es necesario que opinen igual en todo ni que quieran las mismas cosas, sólo que sean conscientes de los deseos de la otra parte”.
Como decíamos, según este estudio, el secreto para un amor duradero es la empatía por la otra persona, es decir, que exista una identificación mental y afectiva de una persona con el estado de ánimo de la otra. El amor eterno se trata de entender sin juzgar.
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Un grupo de neuroquímicos de la Universidad de Stony Brook, Nueva York, lograron encontrar evidencias de que el amor eterno es posible. Los científicos midieron las reacciones cerebrales de un grupo de voluntarios que acababan de iniciar relaciones amorosas.
Descubrieron que cuando se ve la foto de la persona de la que estamos enamorados, reacciona el área ventral tegmental del mesencéfalo. Esta zona del cerebro se dedica a procesar la dopamina, un neurotransmisor que es responsable de motivar deseos.
Si se les enseñaba la foto de otra persona, aunque fuera parecida al ser amado o de un antiguo amigo con el que no hubiera relación amorosa, el cerebro se mantenía sin cambios. Luego se analizó a personas casadas (10 mujeres y 7 hombres) durante muchos años (20 aproximadamente) y que afirmaban conservar sentimientos románticos por sus parejas.
Las reacciones de su cerebro fueron medidas de la misma manera y marcadas sobre una escala de siete puntos para analizar la intensidad del amor que los voluntarios sentían por sus parejas. Bien, pues la intensidad mínima registrada en este grupo de voluntarios fue de cinco puntos.
Las reacciones de este grupo de personas se registraron en la misma zona del cerebro que en el otro grupo de “recién enamorados”: el área ventral tegmental y el cuerpo estriado. Sin embargo, también había diferencias: si en los voluntarios del primer grupo se vieron afectadas las zonas responsables por las obsesiones y la tensión nerviosa además de las anteriormente señaladas, en los del segundo grupo resultaron afectadas las áreas de la amistad y la maternidad.
Desde luego no existe una fórmula mágica para que el amor perdure, pero si queremos que una relación sea duradera tendremos que realizar un esfuerzo muy importante cada día. A continuación, te exponemos algunas claves que son necesarias para que una relación sea sólida y pueda durar:
Afinidad
Las parejas más duraderas son aquellas que comparten varios valores, principios y aficiones. No es necesario ser idéntico a tu pareja, pero sí que tiene que haber cosas en común que se puedan compartir y disfrutar de manera conjunta. Es aconsejable que haya una parcela de intimidad y otra compartida con nuestra pareja.
“Porque, sin buscarte te ando encontrando por todos lados, principalmente cuando cierro los ojos.”Compartir
Sentido del humor
Es muy importante aprender a ver las situaciones con humor y quitar dramatismo a determinadas circunstancias. Los conflictos de pareja se pueden tomar de forma más relajada si utilizamos el humor, siempre con respeto a la otra persona.
Admiración mutua
La admiración y la capacidad de aprender cosas de la otra persona y que esto sea mutuo es una de los aspectos que más une. Es muy positivo expresar esa admiración de distintas formas y hacérselo saber a la otra persona y que ella nos lo transmita también.
Manifestación de afecto
No sobreentiendas que la otra persona sabe que la quieres, demuéstraselo cada día, aunque sea con pequeños detalles, como hacerle el café para desayunar, regalar flores, dejar notas cariñosas. Se trata de cuidar la relación y el amor que sentimos hacia nuestra pareja.
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