Si atendemos a las palabras del psicólogo y escritor Edward de Bono, se puede establecer que “no hay duda de que la creatividad es el recurso humano más importante. Sin creatividad no habría progreso y estaríamos repitiendo siempre los mismos patrones”. ¿Cómo puede el coaching educativo trabajar sobre esta idea?
Lo cierto es que si atendemos a nuestra historia como especie, observamos una cierta tendencia a repetir algunos patrones de forma cíclica. Revoluciones, guerras, cambios de ciclo económico… Tal vez estamos condenados a vivir ciertas situaciones, siguiendo una especie de patrón.
¿Quiere esto decir que la creatividad es negativa? Indudablemente no. Muchos de los progresos y conocimientos de los que disfrutamos en la actualidad se los debemos a personas que innovaron. La ciencia, los medios transporte, los medios de comunicación, etc. Hay un sinfín de descubrimientos que ejemplifican el avance y la evolución.
Qué es el coaching educativo
Según decía el genial pintor Pablo Picasso, “todo niño es un artista. El problema es seguir siendo un artista cuando creces”. En nuestra infancia, todos tenemos mentes creativas, soñadoras e imaginativas.
No obstante, este proceso natural parece difuminarse con el paso del tiempo. Según Ken Robinson, las escuelas y nuestra manera de enfocar el aprendizaje de los niños en ellas son una de las principales causas de la que mayoría de las veces nuestra creatividad quede arrinconada y minimizada en nuestro trascurrir adulto.
No hay que olvidar que el coaching educativo es un proceso de acompañamiento en el que se procura a la persona que recibe el aprendizaje las herramientas para que desarrolle de forma personalizada y personal toda su capacidad de crecimiento individual. La creatividad, la imaginación, la transformación, la libertad, las emociones… hay todo un mundo que descubrir en cada persona.
La creatividad en el coaching educativo
En el proceso de creación de conciencia propia, donde la dimensión emocional cobra especial importancia a la hora de interiorizar aprendizajes de forma natural y personalizada, la creatividad debe estar presente y tener una influencia significativa.
La parte vivencial, creativa y pasional se debe implementar por el niño que va a potenciar su creatividad, mucho más allá de la simple memorización de conceptos. El coaching educativo se enfoca hacia el descubrimiento de un alto grado de conciencia del sujeto objetivo.
Así pues, el coaching educativo debe ser capaz de conectar a un individuo con su yo más profundo. De esta forma se alcanza un gran nivel de autoconocimiento. Se ha de crear un caldo de cultivo emocional que sirva al sujeto para reencontrarse con su conciencia infantil.
Gracias a la creatividad se puede ejercer un pensamiento crítico acertado. Así se crean estructuras de pensamiento complejas que aumentan la productividad humana a todos los niveles, tanto profesional como personal y social.
“La creatividad es inteligencia divirtiéndose”Compartir
Qué te aporta la creatividad
No hay que olvidar que la creatividad no es una competencia que sirva únicamente para pintar mejor, contar buenas historias o tener mucha imaginación. Hoy en día se valora por ser capaz de ir mucho más allá, fomentando el crecimiento personal de un individuo.
“Mira lo que otros no ven. Luego muéstralo. Eso es creatividad”Compartir
Una persona capaz de ejercer el pensamiento creativo podrá entender mejor el mundo que le rodea. Encontrará nuevas vertientes a la hora de interpretar su entorno, podrá ser más innovadora, ejercerá una influencia positiva en las personas que le rodean y aceptará mejor los cambios, tanto propios como ajenos.
Es decir, que ya es hora de abandonar la idea de que solo algunas personas pueden ser creativas y se dedican a escribir, dibujar o imaginar. Lo importante es no dejar de potenciar esta competencia a lo largo de la vida, pues de ello dependerá tu bienestar y el de aquellos que te rodean.
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