Ermita de la
Veracruz / Virgen de los Rondeles
El edificio actual, que ha sido restaurado, corresponde a mediados del siglo XVIII,
aunque fue construido sobre el solar de una mezquita. Tiene una sola nave, cubierta
con techo de madera y tirantes, capilla mayor con bóveda semiesférica sin decorar y
un hermoso camarín bien conservado que presenta planta cuadrada y bóveda
semiesférica sobre pechinas, desarrollando una rica decoración de yeserías.
En el exterior hay que destacar su original fachada de ladrillo, estructurada en
tres cuerpos y tres calles. El acceso actual es adintelado y se flanquea por arcos
ciegos angulares, presentando en el segundo cuerpo tres arcos trilobulados, también
ciegos, y espadaña en el remate con arco de medio punto coronada de frontón
triangular y remates laterales de cerámica.
Cada 12 de diciembre se celebra la Fiesta de la Virgen de los Rondeles, declarada a
finales del año 2001 Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.
Esa noche el fuego adquiere un protagonismo muy especial, iluminando el recorrido de
una procesión que hunde sus raíces en las brumas del tiempo.
Desde principios del siglo XVIII el colectivo formado por los molineros de aceite
llevaba en procesión sus capachos de esparto ardiendo (“los rondeles”) en un
sencillo acto de acción de gracias por la cosecha a la Divina Pastora, una
advocación de la Virgen María.
Los actos comienzan con la bendición del fuego que enciende los capachos impregnados
en aceite. Es entonces cuando el numeroso grupo de rondeleros inicia una andadura
que, desde la Ermita, les llevará hasta la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol.
La luz producida por los capachos ardiendo ilumina un trayecto que discurre a través
de calles estrechas y empinadas, herencia de la ciudad islámica. La mezcla del
fuego, el humo de la combustión, el olor a aceite y el sonido de los bombos y de las
castañuelas moriscas contribuye a crear una atmósfera irreal en la que las llamas
proyectan sombras fantasmagóricas sobre las fachadas de los edificios.
Cerca de la medianoche la procesión llega junto a la que fue antigua mezquita mayor.
Los rondeleros aguardan junto a la puerta del templo hasta que la Virgen hace su
entrada en el edificio. Una salve en su honor cerrará los actos de carácter
religioso. Desde la Iglesia todos los participantes se dirigen a la Plaza, en este
marco incomparable los actos religiosos dan paso a otros de carácter lúdico y
festivo que se prolongarán hasta altas horas de la madrugada. Una buena taza de
chocolate, rebanadas de pan con aceite y ajo (“los tostones”) y los buñuelos de
viento, el producto morisco por excelencia, harán las delicias de vecinos y
visitantes que, reunidos junto a una enorme fogata, compartirán los momentos finales
de la Fiesta.
La Fiesta de los Rondeles no es un mero fenómeno pintoresco, constituye un hecho
cultural y social muy complejo, una experiencia única e irrepetible presidida por un
espíritu de fraternidad y sincera amistad entre todos.
Los rondeleros alumbrando el camino de la Procesión de la Virgen de los Rondeles
Van cantando la Salve.
Dios te salve, Reina y Madre,
De misericordia, vida y dulzura.
Esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti clamamos, los desterrados,
Hijos de Eva, a ti suspiramos,
Gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, Abogada nuestra,
Vuelve a nosotros, tus ojos misericordiosos,
Y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
Fruto bendito de tu vientre.
Oh, clementísima, oh piadosa,
Oh dulce siempre, Virgen María,
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
Para que seamos dignos de alcanzar,
Las divinas promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Y con esto termino.
Perdonarme si os dado la lata con mi pueblo.
¡¡No, creo que no!!
Amaly