Como gata boca arriba
Te quiero como gata boca arriba, panza arriba te quiero maullando a través de tu mirada, de este amor-jaula violento, lleno de zapatos como una noche de luna y dos gatos enamorados discutiendo su amor en los tejados, amándose a gritos y llantos, a maldiciones, lágrimas y sonrisas (de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría).
Te quiero como gata boca arriba y me defiendo de huir, de dejar esta pelea de callejones y noches sin hablarnos, este amor que marea, que me llena de polen, de fertilidad y me anda en el día por la espalda haciéndome cosquillas. No me voy, no quiero irme, dejarte, te busco agazapada, ronroneando. Te busco saliendo detrás del sofá, brincando sobre tu cama, pasándote la cola por los ojos, te busco desperezándome en la alfombra, poniéndome los anteojos para leer libros de educación o del hogar y no andar chiflada y saber manejar la casa, poner la comida, asear los cuartos, amarte sin polvo y sin desorden, amarte organizadamente, poniéndole orden a este alboroto de revolución y trabajo y amor a tiempo y destiempo, de noche, de madrugada, en el baño, riéndonos como gatos mansos, lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados a los pies del sofá de leer el periódico.
Te quiero como gata agradecida, gorda de estar mimada, te quiero como gata flaca perseguida y llorona, te quiero como gata, mi amor, como gata, Gioconda, como mujer te quiero.
Gioconda Belli
|