¿Te soy sincera? No quería enviarte esto
Ante todo déjame explicarte lo siguiente:
no te estoy escribiendo
esto porque me de miedo afrontarte, o para no oír una
respuesta, no. Si es por mi te llamaría pero sé que no
atenderás y estoy cansada de ese rechazo. Si te escribo
es para que no me comiences a responder, ni a decir nada
porque lo harás más difícil; no quiero
que me des las mismas
explicaciones de siempre, explicaciones
vagas y sin sentido…
Un "tienes que aceptarme como soy" o un
"pensé que estábamos bien" no me sirven, no puedes
negar que te acepto como eres y el hecho de que
tu estés bien me alegra y me hace feliz, pero yo tengo que
quererme un poquito como para preocuparme también por
mi bienestar; mas lágrimas de las que estoy derramando no
puedo derramar. No niego que me ames y que tal vez
lo sigas haciendo, yo aún lo hago y de nada me arrepiento.
No sé cómo comenzar esto, no sé cómo continuarlo
y no sé cómo terminarlo.
Quise escaparme un poco de la realidad
pensando que todo iba a cambiar con
el tiempo, pero ya ves…
Te amo, te amo mucho, te amo bastante; pero, sobre
todo, te amo demasiado como para seguir con esto.
¿Te soy sincera? No quería enviarte esto. No,
no quiero terminar contigo, pero tiene que ser así.
Eres perfecto y eres ideal, pero no eres para mí.
Si, me duele, cuanto me duele...
Pero tiene que ser así, yo de palabras no puedo vivir.
¿Lo peor?
Que nunca te exigí nada que no pudieras darme.
No te ofrezco una oportunidad porque no es
la primera vez que
esta conversación se da entro nosotros, no es
la primera vez que me pides una oportunidad
y yo te la doy.
Si te ofrezco una oportunidad sé que
no será la última que pidas.
Espero poder encontrarnos en un futuro y que todo
se dé como se debe, pero de esta
manera no se puede.
No quiero que ésta carta se convierta en
una recopilación de dramas,
quiero ser lo más precisa posible para
acabar con esto de una vez:
y no me refiero a acabar contigo, si no a acabar
con estas lágrimas, este dolor.
Me haces feliz, todo ha sido perfecto
y te juro que mi idea de casarme y
"vivir felices por siempre" contigo no se acabó.
Cada día lo deseo más, cada día te pienso
más y te quiero más; pero,
puede que suene egoísta de mi parte u opines que
"no sé apreciarte, valorarte o aceptarte",
siento que yo
te amo más de lo que tú a mi.
No, no te lo digo por el hecho
de que esto sea una competencia, pero
simplemente no das
todo por mí, no das nada.
Aprecio y valoro el tiempo que me
das, aprecio cada carta y cada demostración
de amor, aprecio
cada piropo, cada apodo, cada cita y cada madrugada…
Pero, como te dije días antes, no sólo
se trata de ti; que tú
estés bien no implica que yo también lo esté.
No, no me
haces infeliz, gracias a ti conocí una nueva
forma de ser feliz,
pero mi amor, tu diste cuanto quisiste y
no cuanto pudiste,
y puede que algunas se conformen con eso,
pero yo pido más;
no hay que dar para recibir, lo sé, pero creo
que si me amas como
dices yo merecía lo que daba.
Y si no te di mi corazón en bandeja
de plata es porque no pude sacármelo del pecho.
Agradezco todo tu amor, pero el amor no
basta en una relación.
Necesito una explicación, necesito que
acabes con estas dudas...
¿Por qué evades todo lo que signifique cercanía?
Si estoy equivocada
corrígeme, pero dudo que seas tan hábil
como para convencerme
de lo contrario, los hechos valen mas que
las palabras
y tu de hechos estas hecho.
Ok, me acostumbré a ti, me acostumbré
a mí, me acostumbré.
Unas cosas no estaban en nuestras manos,
y otras, simplemente,
tu no querías ponerlas en tus manos.
Puede que pienses que no di todo de mí,
pero no tengo más nada que dar, a mi
parecer di todo y más.
A los dos nos gusta que el otro nos diga cuánto
nos quiere, pero ninguno de los
dos obtuvo nunca lo que quiso; nunca fue
bastante, no nos alcanzó.
Tal vez a ti sí te alcanzó, porque no necesitaste
nunca verme, pero no
fue suficiente para mí, que te quiero con el
alma y no podía verte jamás.