El paso del tiempo
Cada mañana veo
el paso de las nubes por mi ventana,
son blancas como la espuma de mar
que acaricia mi sentir, alegrando mi esperanza.
En la tarde, se tiñen de un rojo intenso
como la pasión enfurecida de mi corazón,
por la añoranza perdida.
Bajo la noche, el torrente de la lluvia
las forma negras como mi agonía
que derrama el alma mía.
Las observo, es el paso del tiempo
que la vida recorre; no lo puedo frenar,
se manda solo, entra en mí y entrega
cada uno de mis sentimientos.
Es un camino que debo andar
sin detenerme a mirar atrás,
aunque sea para bien o para mal.
Cierro los ojos, suspiro, pienso
que es un sueño el que estoy viviendo,
donde quisiera que pasara pronto
y a su vez detenerlo, porque son
los momentos más mágicos de mi vida.
Estoy en una balanza…
demasiado corto y rápido para vivir lo,
lento, eterno para los que me esperan
y sufren mi ausencia, temiendo
que nunca retorne.
Es un manantial que no puedo detener,
se evapora rápidamente el viento lo dispersa
por doquier, sin darme cuenta vivo otros tiempos,
el destino ha marcado el camino de mi vida
no lo puedo evitar, es inexplicable y egoísta.
Quisiera que el... transite veloz
volar para retornar, a su vez fuera lento
y disfrutar está felicidad.
Es un sabor agridulce
que mi boca tiene no lo puedo extraer,
mas mi felicidad es lenta, tan lenta
como mi agonía que vivo cada día;
en este mí tiempo.
El estar lejos de mis seres queridos
me ha enseñado a valorarlos,
es un equilibrio donde se sufre.
Magali Aguilar Solorza