«Anoche soñé que volvía a Manderley», con estas palabras de la segunda señora De Winter, pronunciadas casi en un susurro sobre el paisaje de una mansión en ruinas por la actriz Joan Fontaine,Hitchcock selló su vínculo con Du Maurier y convirtió «Rebeca», el mayor éxito de la escritora británica, en un clásico del cine. No era la primera vez. Dos años antes, en 1938, Hitchcock había adaptado «La posada de Jamaica», y en 1963 recurrió de nuevo a un texto de la autora, «Los pájaros», para rodar una de las obras más emblemáticas de su filmografía. Así, un gran privilegio, llamar la atención del maestro del suspense, resultó ser al mismo tiempo una condena, porque las novelas y los cuentos quedaron ensombrecidos por el brillo de las películas. Por fortuna el olvido no fue eterno.
A principios de 2017, Alba publicó «Mi prima Rachel» y la novela se coló en casi todas las listas de lo mejor del año, acompañada de un indiscutible comentario: «ya nadie es capaz de escribir así». Este triunfo favoreció la recuperación por parte de las editoriales españolas de otros títulos de Du Maurier, entre ellos «Los pájaros y otros relatos», editado por El paseo, un volumen tan brillante que obliga a reformular la afirmación del párrafo anterior como pregunta: ¿Por qué ya nadie es capaz de escribir así? Tras su lectura, una respuesta acude a la mente: porque ya nadie es capaz de escribir sin miedo.
Una admiradora de esta escritora
Amaly