Material y planta
El prototipo de iglesia mudéjar sevillana tiene como material mayoritario el ladrillo aunque también se usa el tapial y sillares en puertas y esquinas. Los muros no mostraban el material de construcción sino que se enlucía. Su planta es de salón con tres naves separadas por arcos apuntados, remetidos en alfiz. Los soportes son pilares aunque hay de diverso perfil: cruciforme, rectangular, ochavado, etc.
Una tipología muy atractiva y minoritaria corresponde con una serie de iglesias cuyas naves se separan por arcos de herradura, como la iglesia de San Marcos de Sevilla, Santa María y Santa María del Castillo en Lebrija, San Mateo de Carmona y Santa María de Sanlúcar la Mayor.
Cubiertas
La cubierta de las naves no suele ser pétrea -salvo el caso de Santa Ana de Triana y algunas iglesias de la provincia- sino de madera (par y nudillo) decoradas con lacerías de gusto árabe de estilo mudéjar.
Las cabeceras tienen un ábside principal -en ocasiones tres- de hechuras góticas: planta poligonal abierto mediante arco triunfal apuntado. La cubrición de este ábside sí es pétrea, con bóveda de crucería sencilla y nervio espinazo central, como en la catedral de Burgos.
Al exterior estas cabeceras muestran su poligonalidad con contrafuertes en las esquinas y ventanales agudos y alargados en el centro de cada paño. El remate de la cornisa les proporciona un aire de fortificación al tener almenas escalonadas como en la mezquita de Córdoba (merlones dentados).
Puertas
Las puertas son de buena cantería pétrea (aunque algunas secundarias son de ladrillo), asemejándose a sus homólogas cordobesas por lo que no han terminado de desprenderse completamente de la arcaizante ordenación de volúmenes correspondiente al románico de tradición cisterciense.
Estas portadas se abren en arimez o cuerpo resaltado que sobresale del nivel de la fachada (a lo románico) que se cubre con tejaroz soportado por canecillos (también herencia románica). Un motivo figurativo muy empleado en estos canecillos son cabezas de leones.
El vano de entrada está rodeado por numerosas arquivoltas apuntadas baquetonadas donde suele haber también motivos ornamentales de zigzagueados, dientes de sierra y puntas de diamante, elementos todos ellos heredados del último románico-cisterciense. Estas arquivoltas caen sobre columnillas muy finas cuyos capiteles forman un friso casi continuo de hojarasca gótica.
En las enjutas suelen aparecer estatuas adosadas y, lo que más nos interesa desde el punto de vista mudéjar, en algunos casos existen arcos polilobulados y decoración de entrelazos almohades tipo "sebka" en la parte superior, bajo el alero, como en los casos de San Esteban y San Marcos.