Irónicamente, no era irlandés ni su nombre era Patricio. Hay aspectos de su vida aún desconocidos, pero sí se sabe que nació en el año 387 en Escocia llamándose Maewyn. En ese momento, se conoce que llegó hasta un barco de piratas irlandeses que lo embaucaron y al final lo vendieron como esclavo.
Tras superar muchas adversidades entre Francia e Irlanda para transformarse en sacerdote, decidió quedarse a vivir en suelo irlandés. Allí trabajó muchos años compartiendo con el resto los principios de la espiritualidad y adoptando una posición de maestro. Llegó a ser Obispo hasta que falleció el 17 de marzo del año 461. Sin embargo, no fue hasta 1780 que ganó el rótulo de santo patrón de Irlanda.