Convertirse en hombres de paz
Amarás a Jesús porque es el "amigo que nunca falla"
y es tu camino, tu verdad y tu vida.
No lo concebirás como una "fría idea",
como "algo conceptual", sino como alguien,
como una persona entrañable, íntima y cariñosa.
No será para ti un Dios farmacia, adonde acudes
cuando te duele algo y sólo cuando te duele algo.
Verás a Jesús como "el hombre que más ha amado,
del modo más consciente, más voluntario y más gratuito".
Meditarás su testamento: "No hay mayor prueba
de amor que dar la vida por aquellos a quienes ama".
Y Él la dio "a tope", "hasta el extremo".
Nunca pensarás que Jesús vino a condenar el amor,
sino a decirte que "el amor sin falsificaciones"
es la señal inequívoca de los suyos.
Dirás al mundo que Jesús es quien mejor enseña
a descubrir la dignidad de la persona humana.
Serás un hombre auténtico cuando hayas tenido
una experiencia fuerte de la persona de Jesús.
Cuando conozcas en profundidad a Jesús,
tu actitud será plena donación, no un "préstamo barato".
Sólo Jesús te hará completamente libre,
pues sólo Él es tu libertador.
Cuando estés totalmente identificado con Cristo,
te será fácil "gastar tu vida por los demás".
P. Javier Leoz