ESCENA II
(A BALTASAR)
GASPAR: Dios vos salve, señor; ¿sodes vos estrellero?
Decidme la verdad, de vos saberlo quiero.
¿Vedes tal maravilla?
Nacida es una estrella.
BALTASAR: Nacido es el Criador,
que de las gentes es señor.
Iré, lo adoraré.
GASPAR: Yo otrosí rogar lo he.
(A los otros dos)
MELCHOR: Señores, ¿a cuál tierra queredes andar?
¿Queredes ir conmigo al Criador rogar?
¿Habedes lo veído? Yo lo voy [a] adorar.
GASPAR: Nos imos otrosí, si le podremos fallar.
Andemos tras la estrella, veremos el lugar.
MELCHOR: ¿Cómo podremos probar si es hombre mortal
o si es rey de tierra o si celestial?
BALTASAR: ¿Queredes bien saber cómo lo sabremos?
Oro, mirra, incienso a él ofreceremos;
si fuere rey de tierra, el oro querrá;
si fuere hombre mortal, la mirra tomará;
si rey celestial, estos dos dejará,
tomará el incienso quel' pertenecerá.
[LOS DOS]: Andemos y así lo fagamos.
ESCENA III
(GASPAR y los otros dos reyes a HERODES)
[LOS TRES]: Sálvate el Criador, Dios te curie de mal,
un poco te diremos, non te queremos al,
Dios te dé longa vida y te curie de mal;
imos en romería aquel rey [a] adorar
que es nacido en tierra, nol' podemos fallar.
HERODES: ¿Qué decides, [d]ó ides? ¿A quién ides buscar?
¿De cuál tierra venides, o queredes andar?
Decidme vuestros nombres, nom' los querades celar.
GASPAR: A mí dicen Gaspar;
este otro, Melchor; a aquéste, Baltasar.
Rey, un rey es nacido que es señor de tierra,
que mandará el siglo en gran paz, sin guerra.
HERODES: ¿Es así por verdad?
GASPAR: Sí, rey, por caridad.
HERODES: ¿Y cómo lo sabedes?
¿Ya probado lo habedes?
GASPAR: Rey, verdad te diremos,
que probado lo habemos.
MELCHOR: Esto es gran maravilla,
una estrella es nacida.
BALTASAR: Señal face que es nacido
y en carne humana venido.
HERODES: ¿Cuánto i ha que la visteis
y que la percibisteis?
GASPAR: Trece días ha,
y más non habrá
que la habemos veída
y bien percibida.
HERODES: Pues andad y buscad,
y a él adorad,
y por aquí tornad.
Yo allá iré,
y adorarlo he.
ESCENA IV
HERODES: ¿Quién vio nunca tal mal?
¡Sobre rey otro tal!
¡Aún non soy yo muerto
ni so la tierra puesto!
¿Rey otro sobre mí?
¡Nunca a tal non vi!
El siglo va a zaga;
ya non sé qué me faga.
Por verdad no lo creo
hasta que yo lo veo.
Venga mío mayordoma
que míos haberes toma.
(Sale el MAYORDOMO)
Idme por míos abades,
y por mis podestades,
y por míos escribanos,
y por míos gramtagos,
y por míos estrelleros,
y por míos retóricos;
decirme han la verdad, si yace en escrito,
o si lo saben ellos, o si lo han sabido.
ESCENA V
(Salen los SABIOS de la corte)
[LOS SABIOS]: Rey, ¿qué te place? Henos venidos.
HERODES: ¿Y traedes vuestros escritos?
LOS SABIOS: Rey, sí traemos,
los mejores que nos habemos.
HERODES: Pues catad,
decidme la verdad,
si es aquel hombre nacido
que estos tres reyes me han dicho.
Di, Rabí, la verdad, si tú lo has sabido.
RABÍ 1: Por veras vos lo digo
que no lo fallo escrito.
RABÍ 2: ¡Hamihalá! ¡Cómo eres enartado!
¿Por qué eres rabí llamado?
Non entiendes las profecías,
las que nos dijo Jeremías.
Por mi ley, ¡nos somos errados!
¿Por qué non somos acordados?
¿Por qué non decimos verdad?
RABÍ 1: Yo non la sé por caridad.
RABÍ 2: Porque no la habemos usada,
ni en nuestras bocas es fallada.