Olvídame pero advierte
que soy piedra y puede ser,
que en mí tropieces un día
y en mi vuelvas a caer.
Debí de retirarme más a tiempo
y no caer en la trampa que tendiste,
haberme “enamorao” de otro sueño
sabiendo que lo nuestro es imposible.
Tenías que ser tú con tus mentiras,
tenías que ser tú que a nadie quieres,
tenías que ser tú que cuando miras
me clavas agujitas y alfileres.
Cómo quieres que consuele,
este dolor que me mata
si no sé donde me duele.
Ana…