Todos tenemos un vicio pocos se libran de él hueso duro de roer que no nos deja un momento Ya usamos todos los métodos para hacerlo detener el que luche contra él llevará las de perder Ese vicio es el tener cantidad de pensamientos sin poderlos controlar Somos máquinas pensantes muy difícil de parar Detener los pensamientos tan solo breves momentos ya es una hazaña total Se agolpan como tropilla nos distraen y encandilan sin poderlos manejar Ese vicio no se adquiere viene incluido al nacer y dura hasta que te mueres Si un día te vas al cielo allí buscará problemas para poder resolver Por eso es mejor vencerlo ahora que aún tienes tiempo si llega a entrar en el cielo lo echa todo a perder