NADA SOY Y NADA ERA.
Ayer yo estuve en el río, y vi, y vi la espuma pasar, y supe que no era mío, el franco beso del mar.
Cuantas veces yo la vi, pasar de alguna manera, la espuma en su frenesí, siendo del agua y no era.
Así en mi silencio estaba, en mi postura de espera, y era en mi cuerpo la nada, siendo de carne y de cera.
Yendo en su tiempo acordado, ave que vuela y no vuela, siendo el silencio callado, antes de ser, ¿quién yo era?
DE LA RED
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