El pasado viernes, hueveando con unos cuantos amigotes en nuestro boliche habitual, uno de los presentes comentó que en algún lugar había leído que la cerveza contenía hormonas femeninas.
Tras reírnos en un principio, decidimos seriamente investigar y poner a prueba esta hipótesis. A continuación, y sólo por interés científico, nos tomamos unas 10 birras cada uno (Guille como siempre, casi duplicó). Al final del experimento pudimos verificar fehacientemente que la cerveza contiene hormonas femeninas, hecho confirmado por las siguientes conclusiones: