RESURRECCIÓN....
Cada vez que me mata el desengaño, sin falta, resucito al tercer día, dejando que la vida me sonría su próxima sonrisa y cure el daño,
sin importar la herida ni el tamaño del pasado dolor y todavía, me reservo el derecho a la alegría de rechazar después, al cuerpo extraño.
Nadie es dueño de nadie y el amor y la amistad son libres, no hay cadena que arrastre a mi futuro ese pretérito
incinerado al fuego del error, pues, aunque siempre amar vale la pena, sufrir por desamor, no tiene mérito....
DE LA RED
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