En locura de madrugada, intento saber, si esto ya es un preámbulo a no volver a encontrar más la cabeza… he perdido toda esperanza, a mi cura, y mi vida, no es más que un cursillo eterno, a adaptarme a mi propio sufrimiento… entre lágrimas, pierdo… toco suelo, y no puedo.
No puedo, quedarme quieto… pero, no tengo otro remedio. Espero, dejo pasar el tiempo… y sin encontrarte atrás, donde, todas las noches te sueño, me alejo, del mundo que me rodea, y me acerco al silencio. Me estoy muriendo… día a día, me estoy muriendo.
Buscar algo más allá, de la ocupación, algo que mi mente no encuentre preocupación… y borre esta necesidad como el respirar que todas las noches me llega. Asmático de tus besos, y mi remedio tan lejos… me ahogo, por solo suspiros, y necesito tu aire.
Siempre obligado a arrancar tus propias alas… siempre esperando el momento de vivir de nuevo… siempre entre el silencio cuando necesito gritar… siempre pegando los trozos rotos, de mi reflejo…