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General: Sólo sacos de tierra
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De: Tropicana (Mensaje original) |
Enviado: 08/05/2010 13:34 |
El niño vivía con su padre en un valle en la
base de un gran dique. Todos los días el padre iba a trabajar a
la
montaña detrás de su casa y retornaba a casa con una carretilla
llena de
tierra. «Pon la tierra en los sacos, hijo», decía el padre. «Y
amontónalos frente a la casa».
Si bien el niño obedecía, también se quejaba. Estaba cansado de
la
tierra.
Estaba cansado de las bolsas. ¿Por qué su padre no le daba lo
que otros
padres dan a sus hijos? Ellos tenían juguetes y juegos; él tenía
tierra.
Cuando veía lo que los otros tenían, enloquecía. «Esto no es
justo», se
decía.
Y cuando veía a su padre, le reclamaba: «Ellos tienen diversión.
Yo
tengo tierra».
El padre sonreía y con sus brazos sobre los hombros del niño le
decía:
«Confía en mí, hijo. Estoy haciendo lo que más conviene».
Pero para el niño era duro confiar. Cada día el padre traía la
carga.
Cada día el niño llenaba las bolsas. «Amontónalas lo más alto
que
puedas», le decía el padre mientras iba por más. Y luego el niño
llenaba
las bolsas y las apilaba. Tan alto que no ya no podía mirar por
encima
de ellas.
Trabaja duro, hijo», le dijo el padre un día, «el tiempo se nos
acaba».
Mientras hablaba, el padre miró al cielo oscurecido. El niño
comenzó a
mirar fijamente las nubes y se volvió para preguntarle al padre
lo que
significaban, pero al hacerlo sonó un trueno y el cielo se
abrió. La
lluvia cayó tan fuerte que escasamente podía ver a su padre a
través del
agua.
«¡Sigue amontonando, hijo!» Y mientras lo hacía, el niño escuchó
un
fuerte estruendo.
El agua del río irrumpió a través del dique hacia la pequeña
villa. En
un momento la corriente barrió con todo en su camino, pero el
dique de
tierra dio al niño y al padre el tiempo que necesitaban.
«Apúrate, hijo.
Sígueme».
Corrieron hacia la montaña detrás de su casa y entraron a un
túnel. En
cuestión de momentos salieron al otro lado, huyeron a lo alto de
la
colina y llegaron a una nueva casita.
Aquí estaremos a salvo», dijo el padre al niño.
Sólo entonces el hijo comprendió lo que el padre había hecho.
Había
provisto una salida. Antes que darle lo que deseaba, le dio lo
que
necesitaba. Le dio un pasaje seguro y un lugar seguro.
A veces no entendemos al Padre. Pero el sabe lo que hace. No te
quejes
de los sacos de tierra que has tenido que cargar. Un día sabrás
que Dios
estaba trabajando para tu futuro.
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De: Jazz |
Enviado: 08/05/2010 14:29 |
Excelente mensaje, una bella historia
una gran lección de vida
los verdaderos padres son aquellos
que saben dar lo que sus hijos necesitan....
gracias Tropicana, es muy bello tu aporte
feliz dia
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De: yanely |
Enviado: 08/05/2010 14:38 |
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Enviado: 08/05/2010 16:35 |
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HOLA GRACIAS POR ESTAR Y COMPARTIR
ES UN PLACER LEERTE
LINDO SABADO
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De: Paqui |
Enviado: 08/05/2010 20:28 |
¡¡HERMOSÍSIMO MENSAJE!!
TE DOY LAS GRACIAS
POR COMPARTIR CON
EL GRUPO
DIOS TE BENDIGA
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Aquí estaremos a salvo», dijo el padre al niño. Sólo entonces el hijo comprendió lo que el padre había hecho. Había provisto una salida. Antes que darle lo que deseaba, le dio lo que necesitaba. Le dio un pasaje seguro y un lugar seguro.
A veces no entendemos al Padre. Pero el sabe lo que hace. No te quejes de los sacos de tierra que has tenido que cargar. Un día sabrás que Dios estaba trabajando para tu futuro.
Celia |
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