En el ingente mundo de nuestras fantasías donde el amor se fragua de magia y de colores te pinto como hoguera cuando mis noches frías y tu belleza pinto con néctar de las flores.
Te pinto con la magia de mi gentil cariño con la inocencia blanca que a tu ternura me ata y voy soñando siempre como si fuera niño que trata con los ángeles y con el cielo trata.
Yo quiero que en tus labios mis besos se resuelvan y quiero que me envuelvan tus brazos y tu piel, y que mis desencantos se alejen y no vuelvan haciendo de tus ojos el óleo y el pincel.
Amada mía, quiero como en el firmamento pintarte luna, estrella fugaz, meteoro errante y ser el hilo etéreo de cada pensamiento que cruce los espacios de tu silencio amante.
Yo quiero ser saeta de tu beligerante aljaba donde guardes los dardos de tu amor; la tierra donde pises, el ave que te cante, la fuente de tus sueños y el cáliz de tu flor.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC
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